La Guardia Civil intercepta en Castro a un feriante con covid y sin aislar

El hombre, residente en A Coruña, ya fue el lunes a la feria de Monterroso, donde se le obligó a desmontar el puesto. Otro feriante fue sancionado en el mercadillo de Frigsa por lo mismo
Feria de Castro. ARCHIVO
photo_camera Feria de Castro. ARCHIVO

Tres patrullas de la Guardia Civil acudieron este miércoles a la feria de Castro para interceptar al hombre al frente de uno de los puestos porque es un caso positivo de coronavirus y no estaba cumpliendo el aislamiento. La misma situación se dio el pasado martes en el mercadillo de Frigsa con otro hombre que también instaló con normalidad su puesto pese a tener covid y no haber acabado el período en el que se debe permanecer en el domicilio.

En el primer caso, se trata de un hombre con domicilio en A Coruña que se hizo una PCR en un centro privado porque quería regresar temporalmente a su país y le exigían presentar una prueba negativa para entrar en él. Sin embargo el resultado fue positivo, por lo que, como el covid es una enfermedad de declaración obligatoria, su caso fue comunicado a Sanidade y se le explicó que tenía la obligación de aislarse en su casa durante los siguientes diez días.

El hombre hizo caso omiso y el pasado lunes acudió a la feria de Monterroso, donde se le identificó y se le obligó a desmontar el puesto. Finalmente, este miércoles en Castro fue otra vez identificado y sancionado. El hombre, del que se había emitido una orden de búsqueda, al tratarse de un caso positivo y comprobarse que no estaba cumpliendo el aislamiento en su lugar de residencia, se comportó de forma muy agresiva y no quería renunciar a permanecer en la feria.

Una vez que se le desalojó del puesto, que estaba próximo a la zona del pulpo, técnicos del Ayuntamiento procedieron a la desinfección de la zona.

Sanidade procederá ahora a hacer otra PCR que confirme el positivo registrado en el centro privado porque ha pasado ya un tiempo desde que fue comunicado y hasta que se ha dado con este hombre.

En el caso del feriante que instaló su puesto en el mercadillo de Frigsa, no se produjo una escena tan tensa como la de Castro. Ese caso está ligado a uno de los dos brotes más numerosos de Lugo, en concreto al que se considera ya controlado porque ha dejado de sumar nuevos diagnósticos. En ese los afectados son unos 70 y la práctica totalidad son pacientes del centro de salud Illas Canarias, precisamente muy próximo al mercadillo de Frigsa.

Por otra parte, el segundo brote de cierta entidad que hay en el municipio sigue abierto y este miércoles incorporó otros seis casos. Todos los días aparecen nuevos positivos de ese foco, pero todos son contactos estrechos de ya diagnosticados; es decir, que se trata de gente ya aislada, que no inicia nuevas cadenas de transmisión. A estas alturas, este brote, que la semana pasada rondaba los 40 casos, ya supera los 70. En el resto del concello, aunque aparecen algunos casos, la transmisión parece estar disminuyendo en los últimos días.