La gran demanda de contenedores podría retrasar la renovación de los recipientes en la ciudad de Lugo

El aumento y el cambio de los depósitos es uno de los muchos retos de la futura adjudicataria del servicio de recogida de basura, una Ute liderada por Copasa que también tiene que ampliar la plantilla e instaurar la recogida selectiva de residuos orgánicos, entre otras mejoras
Contenedores en Quiroga Ballesteros. SEBAS SENANDE
photo_camera Contenedores en Quiroga Ballesteros. SEBAS SENANDE

La escasez de materiales que existe a muchos niveles por el actual contexto económico y la gran demanda existente podría suponer un obstáculo para la llegada de nuevos contenedores a la ciudad, una de las mejoras que se incluyen en el nuevo contrato de limpieza y recogida de la basura y probablemente la más esperada por los ciudadanos. 

Muchos de los contenedores instalados en la actualidad están rotos, en algunos casos desde hace mucho tiempo, ya que el actual contrato, en manos de Urbaser, está caducado desde 2017. Además, la adjudicataria tiene la obligación de instalar al menos un 13,5% más de depósitos. 

Además del de Lugo, acaban de adjudicarse otros grandes contratos del sector en España, como el de Barcelona, por lo que es probable que haya una gran competencia por disponer de material.

El Concello de Lugo inició el procedimiento para renovar la gestión del servicio en julio de 2020 y adjudicó el contrato a las empresas Copasa-Geseco-Setec Building en diciembre de 2021, pero aún no se ha firmado debido a los sucesivos recursos de algunas de las empresas que competían por él. El último fue de Urbaser, que tendría previsto acudir al juzgado y, mientras tanto, solicitó ante el Tribunal Administrativo de Contratación Pública da Comunidade Autónoma de Galicia (Tacgal) una medida cauteralísima para que se frenara la firma del contrato. El tribunal lo rechazó tras pedir un informe al Concello. Si no hay más contratiempos, la firma con Copasa podría formalizarse en cuestión de días.

La empresa tiene por delante muchos retos, ya que el Concello decidió multiplicar el presupuesto para ampliar y mejorar los servicios de limpieza y recogida de basura. Uno de los muchos cambios que deben introducirse es la instalación de un quinto contenedor, el marrón, para restos orgánicos. Aunque el mayor desafío no será recoger esta basura sino gestionar su tratamiento. Es una cuestión que, según fuentes municipales, de momento no está cerrada.

La adjudicataria también tiene que ampliar la plantilla, renovar maquinaria y construir una nueva base de operaciones en el polígono de As Gándaras, con una planta de gas para repostaje, para lo que dispone de un año de plazo. Mientras tanto tendrá que hacer uso de alguna otra nave, que ya tendría encauzada, además cuatro locales en la ciudad de donde partirán los barrenderos. Desde la firma del contrato tiene un mes para el inicio de la actividad.

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