Parece como si antes de golpear al este de España la gota fría hiciese un alto en su camino en el servicio provincial de recaudación ejecutiva. A principios de esta semana el personal que trabaja en este departamento de la Diputación de Lugo tuvo que echar mano de cubos y lonas de plástico para hacer frente a las goteras que salpicaban las dependencias de la Rúa Tui.
"El lunes cuando llegamos a trabajar parecía una catarata", afirma una de las funcionarias, que asegura que tuvieron que atender al público en esta situación durante tres días, como consecuencia de la tormenta de la noche del sábado al domingo. "Este es un garaje, no un departamento de un administración pública", añade.
Esas precipitaciones a cubierto causaron desperfectos en los equipos informáticos y pudieron entrañar un riesgo mayor porque en una de las columnas por la que bajaba el agua se encuentra un cuadro eléctrico.
La solución prevista pasa por el traslado al antiguo Hogar de Santa María de recaudación
El problema radica en que la mayor parte de la oficina se encuentra debajo de una terraza, por lo que cuando llueve intensamente se suelen producir goteras y filtraciones.
En este caso, por tanto, llueve sobre mojado. Es un problema "recurrente" y que "agrava" las condiciones de trabajo en el servicio de recaudación ejecutiva, según las reiteradas quejas formuladas por la plantilla al equipo de gobierno del organismo provincial.
Algún funcionario apunta que se tiene que "empastillar" porque es alérgico a la humedad y su dolencia se agudiza en situaciones como las vividas esta semana.
CASI EL TRIPLE DE PERSONAL. Aseguran además que están "hacinados" porque las dependencias están habilitadas para 15 trabajadores, pero que en estos momentos hay unos 40.
Esta semana las centrales sindicales le volvieron a trasladar el problema a la responsable del servicio.
La solución prevista pasa por el traslado al antiguo Hogar de Santa María de recaudación, que lleva alrededor de un cuarto de siglo en este bajo de la Rúa Tui, que está en régimen de alquiler.
Pero los trabajadores no las tienen todas consigo. Creen que las obras de la antigua sede del Inludes en la Ronda da Muralla no estarán listas antes de que finalice el año, como indicó el gobierno provincial.
Las obras, adjudicadas por más de 1,3 millones de euros, se iniciaron en marzo. Consisten en la rehabilitación integral de dos de los nueve pabellones de este centenario inmueble, en donde también se reubicarán el área de cooperación con los concellos y la asesoría jurídica.
