La antigua discoteca Sugar ya es un gimnasio. Tras una inversión de unos 3,8 millones, BeOne abrió este viernes el complejo deportivo, que ocupa unos 3.900 metros cuadrados, de los cuales 950 están dedicados a la sala fitness, con maquinaria de última generación y tecnología inteligente; y 710 a cinco salas de actividades dirigidas, una de ellas dedicada exclusivamente a ciclo indoor.
Además, ofrece 100 clases a la semana y dispone de zona de aguas, con piscina climatizada y spa con baño de vapor, bañera hidromasaje, sauna, pediluvio, duchas de contraste, nebulizadas y en cascada.
La apertura del centro deportivo, que ha supuesto un profundo cambio de la imagen del ya histórico edificio, conlleva la creación de 25 empleos directos y siete indirectos.
Los primeros usuarios de BeOne pudieron disfrutar ya este viernes de las instalaciones, donde los espacios deportivos se complementan con otros centrados en el ocio.
Así, el centro deportivo cuenta, por ejemplo, con una ludoteca de actividades y escuelas para los más pequeños, como la de natación.
El gimnasio abierto este viernes es el primero en Lugo de la cadena Serviocio, creada por el lucense Roberto Ramos, que regenta 35 centros en Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Madrid, País Vasco y Valencia. En conjunto, la firma suma en torno a 1.200 trabajadores y atiende a unos 168.000 clientes en todo el país.