García Adán, la misma chaqueta de hace seis años y una indemnización ajustada su estrecho bolsillo

"Tanto la familia como yo estamos satisfechos", dice el abogado de la víctima
García Adán, en 2014 y en 2020. AEP XESÚS PONTE
photo_camera García Adán, en 2014 y en 2020. AEP / XESÚS PONTE

El proxeneta José Manuel García Adán se presentó este jueves en la Audiencia Provincial con la misma chaqueta que vistió hace seis años, en mayo de 2014, cuando acudió también a la Audiencia para conocer el fallo de la sentencia que lo condenó a más de veinte años de prisión por malos tratos, amenazas y agresión sexual contra su exmujer.

La elección de la vestimenta pudo haber sido una casualidad pero se da la circunstancia también de que la indemnización a la víctima fue rebajada ayer en 500 euros por la imposibilidad de pagar los 1.500 euros iniciales que debería costear García Adán dado que, al parecer, actualmente sus únicos ingresos provienen de los trabajos que hace en prisión

"Tanto la familia como yo estamos satisfechos", dice el abogado de la víctima
Pese a la rebaja de las penas iniciales, el abogado que ejerció la acusación particular, Francisco Torrijos Vicente, mostró su satisfacción por ambas condenas contra el proxeneta, José Manuel García Adán, y el ginecólogo, Carlos Jesús A.M., quien, además del pago de la multa de 540 euros, fue inhabilitado para trabajar en clínicas durante un periodo de tres meses. "Tanto la familia como yo estamos satisfechos con el acuerdo. Son dos condenas para ambos por un delito de aborto", insistió el letrado, a la salida del juicio.

CONSENTIMIENTO. Torrijos incidió en que los dos acusados habían sido condenados por un delito de aborto, aunque al ginecólogo se le hubiese rebajado la pena inicial de prisión a una multa por falta de licencia en la clínica tras quedar probado que desconocía que la mujer hubiese acudido a la consulta presionada por el proxeneta del club.

El abogado de la víctima insistió en que el aborto no fue consentido. "Fue un delito de aborto no consentido. Si no, no hubiera habido condena. De la lectura de los hechos probados, queda claro que la intención de mi representada era tener el niño pero el padre del chaval se puso en contacto con el proxeneta y este con el ginecólogo y se le practicó un aborto absolutamente en contra de su voluntad, como queda acreditado", afirmó.

La acusación particular pedía inicialmente seis años y medio de cárcel para el proxeneta y tres, para el ginecólogo, además de una indemnización de 12.000 euros.