Garantizado el futuro del Gran Hotel al tener una oferta de compra firme

Un grupo inversor y una cadena hotelera anunciaron su plan conjunto de compra, que incluye la subrogación de toda la plantilla y se extiende también al San Martín de Ourense
Fachada do Gran Hotel
photo_camera Fachada do Gran Hotel

El Gran Hotel Lugo y su plantilla tienen garantizado su futuro. El cuatro estrellas de la Avenida de Ramón Ferreiro tiene encima de la mesa una oferta de compra que cubre las exigencias mínimas de su principal acreedor, el Banco Popular. Esta propuesta, que cuenta con el visto bueno de la entidad financiera, ha sido formulada conjuntamente por un grupo inversor y una cadena hotelera que tiene su sede fuera de Galicia. La oferta contempla la subrogación de toda la plantilla del céntrico alojamiento de la capital lucense, que actualmente está compuesta por unos 24 trabajadores. 

No ha trascendido el importe económico de esta oferta, que también incluye la compra del otro cuatro estrellas del grupo, el Hotel San Martín de Ourense. El tercero, el Gran Hotel Santiago, ya fue adquirido hace unos meses por la cadena Hotusa, del empresario chantadino Amancio López Seijas.

En los próximos días la administración concursal abrirá un plazo para dar la posibilidad a otros posibles postores de presentar formalmente sus ofertas. Está previsto en principio que ese periodo finalice el próximo 5 de septiembre.

En esa fecha, si no hay ninguna oferta más o si las nuevas presentadas no superan económicamente la formulada por el grupo inversor y la cadena hotelera, estos se harían con el cuatro estrellas de Ramón Ferreiro.

La administración concursal abrirá plazo para presentar otras ofertas, que previsiblemente acabará el día 5 de septiembre

Este principio de acuerdo pone fin a la incertidumbre que se cernía sobre el Gran Hotel Lugo, sobre el que pendía la amenaza de cerrar antes de final de año si no cristalizaba la operación de compra.

El cuatro estrellas más grande de la capital lucense, que abrió sus puertas en 1979, tiene 167 habitaciones -156 estándar y otras 11 suites- y dispone de siete salones, con capacidad desde 10 a 200 personas.

El céntrico alojamiento también cuenta con un spa, pero lleva tres años cerrado, y sus servicios de cafetería y restauración están externalizados.

La disuelta sociedad que era propietaria del Gran Hotel Lugo, Promotora Lucense de Alojamientos S.A. (Proalsa), cuyos máximos accionistas eran los hijos del constructor berciano Martínez Núñez, ya fallecido, presentó concurso de acreedores en la primavera de 2015 con una deuda millonaria. El pasado mes de abril entraba en liquidación.

EN PLAZO. A partir del momento de liquidación se abría el plazo de seis meses, en el que si no se cerraba la operación de venta, la administración concursal tendría que convocar una subasta pública para intentar vender el hotel, que está tasado en 11,2 millones de euros.

Si se producía la venta antes de ese límite, como ocurrirá ahora que existe esta oferta en firme, la operación se hacía con el establecimiento a pleno rendimiento. Sin embargo, si se tenía que recurrir a la subasta, se haría con el hotel ya cerrado y sin personal. Por ese motivo, era tan importante lograr una oferta antes de que trancurriese el plazo de los seis meses, para asegurar el mantenimiento de la plantilla y el funcionamiento del hotel, que, de hecho, está funcionando con normalidad y cumpliendo sus previsiones para el verano.

Ya a lo largo del mes pasado fueron trascendiendo diferentes casos de grupos de inversión o empresarios interesados en hacerse con el cuatro estrellas de Ramón Ferreiro. La compañía hotelera Hotusa, un grupo de empresarios lucenses, encabezados por un hostelero que cuenta con cuatro locales en servicio en la ciudad y dos grupos de inversión de los que no trascendió la identidad eran algunos de los aspirantes a compradores.

Las ofertas de compra no se concretaron antes por la dificultad de los postores de llegar a un acuerdo con el Banco Popular, el principal acreedor. Con el visto bueno sobre la actual se asegura la continuidad del hotel.

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