As Gándaras planta cara a los okupas que atemorizan al barrio

Unos doscientos vecinos se unieron a la primera manifestación en Lugo contra el fenómeno de allanamiento de viviendas

"Si esto no se para, en cinco años nos tenemos que ir todos del barrio". Lo decía este domingo un vecino de As Gándaras al inicio de la primera manifestación convocada en Lugo para protestar por el fenómeno okupa. Resumía, en una conversación con otros residentes, la inquietud que hay en la zona, donde mucha gente se siente vulnerable.

Reunidas para mostrar el temor con el que viven, unas doscientas personas se unieron a esa protesta, marcada por la rabia y por una fuerte sensación de impotencia. Los vecinos de As Gándaras se sienten débiles porque en el barrio hay mucha gente mayor y muchas casas modestas que son presa fácil de los okupas. "Les van las casas bajas, y de esas hay muchas en As Gándaras", resumía un vecino.

La impotencia acumulada por los sucesivos sobresaltos que han vivido los vecinos, con incendios incluidos, se respiraba en la manifestación por las calles del barrio, que incluyó paradas en las viviendas que permanecen okupadas. Fue ante esas casas donde los vecinos más alzaron la voz para lanzar gritos de "okupas, fóra".

Dentro de esas viviendas este domingo se guardaba silencio y las cortinas permanecían echadas, lo que contuvo la tensión. Esta solo se disparó, aunque la sangre no llegó al río, al llegar a la última vivienda allanada, en la calle Agro do Monte, asaltada hace solo quince días. Es la segunda vez que se okupa esa vivienda y allí estalló la rabia. Hubo manifestantes que empezaron a instar a los okupantes a salir y dar la cara y la Policía Nacional, con una discreta presencia hasta ese momento, se colocó ante la puerta de la vivienda para pedir moderación y respeto a la ley. "¿Y para ellos no hay leyes que cumplir?", clamaban algunos de los vecinos concentrados.

En esos momentos de rabia y cierta exaltación, algunos recordaban a Maruja, la mujer que construyó esa casa con muchos años de trabajo, según relataban los vecinos. La mujer, decían, ya murió, pero si no la habría matado ver lo qué está ocurriendo con su casa. En la concentración estaba su familia, que pudo comprobar la situación de la casa y los daños que les han causado en un coche que tenían aparcado a la puerta, lo que exaltó los ánimos.

CONTINUIDAD. Los manifestantes se retiraron de cada vivienda allanada dejando colgado un banderín con el lema "okupas non" y con el aviso de que las movilizaciones no se acaban con la marcha de este domingo.

Y esa voluntad de seguir peleando contra los allanamientos de debe a que, aunque en Lugo se ha situado a Camiño Real como epicentro del problema, el barrio de As Gándaras es ya de los más afectados por el fenómeno okupa, con cinco viviendas tomadas ilegalmente en estos momentos. Alguna lleva ya más de dos años allanada y no ha habido todavía soluciones, se quejaban los vecinos.

Y la ocupación de casas, siempre de gente muy modesta, no es el único problema, contaban. Dos de los inmuebles asaltados por okupas acabaron ardiendo y eso genera miedo. "Una de las construcciones quemadas no era ni siquiera una vivienda, pero entraron y, al ver que no había conexión de agua ni de luz, lo quemaron todo", contaban los vecinos. Otra casa se quemó justo después del desahucio de los okupas. "¿Casualidad? Aquí nadie lo cree", decía otro residente.