Una ganadería de Adai espera desde 2017 por licencia para ampliar

El afectado se suma a la queja del PP por la demora de permisos para la zona rural y el gobierno admite retraso en la tramitación
Explotación de Santa María de Adai que espera por licencia municipal. EP
photo_camera Explotación de Santa María de Adai que espera por licencia municipal. EP

La Ganadería González Vázquez, de la parroquia lucense de Santa María de Adai, está en pleno proceso de renovación generacional y hace tres años tenía planes de expansión. Ahora se lo está pensando, porque lleva otro tanto tiempo esperando por una licencia para una obra sencilla, de poco más de 30.000 euros, como sería la construcción de una nave para novillas

Sus titulares dicen que presentaron la documentación en el registro municipal y pagaron las tasas en enero de 2017 y que, desde entonces, no han vuelto a tener noticias oficiales. "Foi meu pai hai un ano e pico polo Concello e dixéronlle que levaban retraso porque tiñan moito papeleo", cuenta el joven llamado a continuar la actividad familiar.

Cuando se incorporó a la explotación ganadera, la idea era "ampliar para ter o dobre de vacas", que ahora son 95 (52 en ordeño), "pero agora xa non sabemos, porque tiven un accidente laboral e se vou ter que esperar outros tres ou catro anos por cada licenza... Quítanche as ganas", afirma.

La ganadería González Vázquez pone nombre y voz a la queja expresada este martes por el PP sobre la demora en la concesión de licencias en la zona rural, que es superior a la urbana, asegura el concejal del PP Manuel López.

El PP plantea que se contrate más personal o se organice mejor el servicio

El edil informó de que el Concello resolvió durante el año pasado 81 expedientes en este ámbito, desde construcción y rehabilitación de viviendas y parcelamiento de terrenos hasta permisos para edificaciones de carácter agrícola y ganadero o para otro tipo de actividades. 

Sumaron un valor de obra de 5.069.172 euros y la espera media, según el estudio realizado por el PP, fue de 540 días. En base a las licencias aprobadas por el gobierno local, los populares creen, además, que la situación está empeorando, porque en los tres primeros trimestres se resolvieron unas siete licencias al mes y en el último semestre, cuatro.

Ante esta situación, el PP plantea que se contrate más personal o se organice mejor el servicio y pregunta, además, qué criterio se sigue para resolver los expedientes por la gran diferencia de plazo que existe entre unos y otros. Cita el caso de la ampliación de una explotación agraria de Santiago de Saa que esperó 76 días -dentro del plazo que establece la Lei do Solo, que es de 90 días- y la legalización de una zona de adiestramiento de perros en Meilán, que tardó seis años, según los datos aportados por el PP. "A xente perde tempo, diñeiro e tranquilidade", afirma el concejal Manuel López.

SIN EXPLICACIÓN. El gobierno reconoció este martes que la licencia de Adai no comenzó a tramitarse, aunque no explicó las razones, y alegó que lo habitual es que sean razones ajenas al Concello las que influyen en los tiempos de concesión de las licencias.

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El concejal de urbanismo, Miguel Couto, asegura que un porcentaje muy alto de los expedientes se presentan incompletos y es habitual, dice, que cuando el Concello reclama la documentación que falta, el solicitante tarde en aportarla.

Otro motivo que suele influir en los plazos es la petición de los informes sectoriales correspondientes. Muchos proyectos deben someterse a las consideraciones sobre todo de la Dirección Xeral de Patrimonio, como sucede por ejemplo con los que están en el ámbito del Camino de Santiago, y a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil si afectan a cauces. Ninguna de estas administraciones suele ser rápida en la respuesta, recuerda el gobierno local.

Por último, las licencias que están vinculadas a actividad, como las relacionadas con construcciones agrícolas y ganaderas, tienen que ser informadas tanto por el personal del departamento de urbanismo como por el ingeniero de medio rural. Esta plaza fue cubierta el año pasado, después de un periodo en el que hubo una persona contratada.