La gamberrada de un menor que dañó coches le cuesta 1.300 euros a su familia

El adolescente fue condenado a realizar actividades para aprender a tener respeto por la propiedad ajena

Uno de los retrovisores rotos por el chico, en Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Uno de los retrovisores rotos por el chico, en Lugo. XESÚS PONTE

La gamberrada de un adolescente a lo largo de una noche de fiesta le salió cara a su familia, ya que el chico destrozó decenas de retrovisores y sus padres fueron obligados a asumir los daños, que ascienden a 1.300 euros.

El chico salió con sus amigos el 19 de mayo de 2016, cuando se celebraban las fiestas de A Piringalla, en Lugo. La pandilla estuvo por la zona y acabó la noche haciendo gala de su falta de civismo, ya que se dedicaron a destrozar los retrovisores de todos los vehículos que encontraban a su paso.

Según quedó recogido en la sentencia, sufrieron daños al menos 11 turismos que se encontraban estacionados en las calles Otero Besteiro, Milagrosa, Anselmo San Pedro, Camiño Real y Ronda Valle Inclán.

Los vándalos actuaron de madrugada, cuando no había nadie por la calle. Sin embargo, tuvieron mala suerte , ya que un vecino del barrio los vio en plena acción y decidió seguirlos, al mismo tiempo que llamaba a la Policía Nacional. El hombre no los perdió de vista hasta que llegaron los agentes y les explicó cómo se habían producido los ataques.

APRENDER RESPETO. Los policías interceptaron en ese momento a seis jóvenes en la zona de A Milagrosa y los identificaron. Entre la pandilla había un chico de 17 años, por lo que su caso acabó en el juzgado de menores de Lugo, que lo condenó a seis meses de libertad vigilada. El juez explica en la sentencia que el chico -que actualmente ya es mayor de edad- tendrá que realizar actividades sobre el respeto a la propiedad ajena.

"El objetivo fundamental de esta medida", apunta, "es que el joven no cometa en lo sucesivo más delitos, asuma las consecuencias que se derivan del delito cometido, reflexione sobre lo intolerable del mismo y sobre las consecuencias que ha tenido para los perjudicados, y desarrolle valores prosociales, haciendo hincapié muy especialmente en el respeto a la propiedad ajena y el autocontrol".

Además, el chico, como responsable civil directo, y sus padres, como responsables civiles solidarios, tendrán que indemnizar a los propietarios de seis turismos que presentaron reclasendasmaciones por los daños en sus retrovisores. Los afectados reclamaron diferentes cantidades que suman 1.303 euros.

El fallo explica que a esta cantidad hay que sumar los intereses legales correspondientes y apunta que los progenitores del menor podrán reclamar su parte "a los otros copartícipes", en caso de que lleguen a ser condenados en la jurisdicción Penal.

La familia del adolescente recurrió la sentencia condenatoria del juzgado de menores alegando "error de apreciación en la prueba", pero la Audiencia de Lugo la confirmó. La sala provincial afirma que el testigo que observó los actos vandálicos reconoció e identificó claramente al menor, "por lo que no se ha producido ningún tipo de quiebra o acción dubidativa", concluye.