Fuerzan 29 máquinas de golosinas en instalaciones del Concello este año

La concesionaria cifra las pérdidas en casi 30.000 euros en total, entre dinero robado y daños
Una de las máquinas reventadas para robar su recaudación. EP
photo_camera Una de las máquinas reventadas para robar su recaudación. EP

En lo que va de este año los ladrones ya han reventado 29 máquinas expendedoras de comidas y bebidas que se encuentran en cinco instalaciones deportivas del Concello de Lugo, lo que le ha supuesto a los propietarios de la empresa concesionaria de este servicio unas pérdidas que calculan que rondan los 30.000 euros. 

La situación es "desesperante", según puso este jueves de manifiesto uno de los socios de esta concesionaria, tras presentar la enésima denuncia este año en la comisaría de la Policía Nacional. 

Esta oleada de robos les ha cogido por sorpresa. En los cuatro años anteriores que tuvieron esta concesión solo sufrieron tres robos y en lo que va de 2019 esa cifra se ha multiplicado por diez. La única explicación que encuentran es que las instalaciones municipales en las que se han producido las sustracciones carecen de alarmas y cámaras de videovigilancia, por lo que ya han solicitado al Concello de Lugo que adopte las medidas de seguridad oportunas para evitar esta sangría de pérdidas. 

La empresa tiene las máquinas instaladas tanto en instalaciones deportivas como en oficinas administrativas y centros de convivencia. Sin embargo, los robos solo se producen en las primeras, en concreto en cinco, el Palacio Municipal de los Deportes, los campos de fútbol de As Gándaras y del Parque da Milagrosa y los polideportivos de O Palomar y de A Piringalla. En estos dos últimos retiraron las expendedoras este verano durante dos meses. Cuando las volvieron a colocar en septiembre, con sistema de seguridad reforzado, las reventaron "a los tres días", según recordaba este jueves uno de los socios de la concesionaria. 

AVARICIOSOS, NO GOLOSOS. Además de ocasionar cuantiosos daños, pues destrozan los monederos y las puertas, los amigos de lo ajeno solo se llevan el dinero. Suelen dejar las bebidas y los aperitivos y chuches. 

La mayoría de los robos son cometidos las noches de los fines de semana, cuando más actividad hay en las instalaciones deportivas. Las fuerzas de seguridad sospechan que los ladrones se esconden antes de que cierren esas dependencias para actuar después cuando queden vacías. 

Suelen reventar las expendedoras con patas de cabra –palancas– y actúan con guantes porque los agentes de la Policía Científica no han hallado huellas.