No fue Nochevieja, sino Tardevieja

Los jóvenes adelantaron la despedida de Fin de Año a la tarde del jueves y la Policía Local intensificó los controles en O Ceao al detectar que se intentaban alquilar naves para ese fin
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photo_camera Los jóvenes despidieron el año con antelación en la zona de vinos de Lugo. EP

Ante la imposibilidad de organizar fiestas para despedir el año por las restricciones sanitarias, los jóvenes y los que no lo son tanto decidieron adelantar a la tarde del jueves la celebración de Fin de Año en Lugo. En la Rúa Nova se registraron por momentos aglomeraciones de pandillas, sin guardar la recomendable distancia de seguridad. Fue una Tardevieja, en vez de una Nochevieja. También hubo muchos lucenses que no se quisieron perder la tradición de desayunar chocolate con churros el 1 de enero, pese a que los locales de hostelería no podían abrir hasta las 11.00 horas.

El toque de queda discurrió sin incidencias. Las fuerzas del orden no detectaron, entre la una y media y las seis de la mañana, la celebración de fiestas ilegales en pisos y locales, ni de botellones en la capital lucense, lo que se auguraba en las horas previas.

Policía Local y Nacional intensificaron los controles para que se respetase tanto el toque de queda como para que la hostelería cumpliese con el horario de cierre el jueves, a las once de la noche, y el de apertura del viernes, a las once de la mañana. Ambos cuerpos destacaron el rigor de este sector.

La Policía Nacional intervino el jueves, dentro del horario de apertura permitido, en un local de ambiente latino de la Rúa Tui debido a que había sobreaforo.

Antes también del toque de queda, a las 23.30 horas del jueves, agentes de la Policía Local identificaban a un joven que reventaba uno de los escaparates del antiguo comercio de Ramil en la céntrica Rúa San Marcos (en la foto).

Durante el toque de queda patrullas de la Policía Local se desplazaron a un domicilio de la ciudad y de la Nacional a cinco por denuncias de ruidos. Comprobaron que en todos los casos eran fiestas familiares, que cumplían con el número de asistentes establecidos, aunque se excedían en el volumen.

La Policía Local desplegó un dispositivo especial en la madrugada de este viernes en este polígono industrial debido a que recibió un chivatazo de que había jóvenes que estaban intentando alquilar naves para celebrar fiestas clandestinas. Tras peinar varias veces la zona, no hallaron ninguna irregularidad.

En donde sí fue detectada una fiesta ilegal, con una veintena de participantes, fue en una nave del polígono industrial de Pocomaco, en A Coruña. Mientras, en Sanxenxo la Policía Local ponía más de una veintena de denuncias, que pueden sumar más de 15.000 euros, por la fiesta de Fin de Año que se celebraba en un hotel de cuatro estrellas de este municipio pontevedrés, que está cerrado perimetralmente. Entre los asistentes figuraban personas llegadas desde Lugo. Policía Nacional y Guardia Civil hicieron en Galicia 186 propuestas de sanción en Fin de Año.

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