Francisco García, periodista de raza de El Progreso, fallece a los 51 años

Fue el responsable de la sección de Local, donde empezó hace tres décadas, y Comarcas
Francisco García. XESÚS PONTE
photo_camera Francisco García. XESÚS PONTE

El periodista de El Progreso Francisco García Gómez falleció este lunes a los 51 años a causa de una enfermedad que lo había obligado a alejarse de sus quehaceres profesionales en los últimos dos años. Paco García había dedicado toda su vida profesional a este diario, en donde comenzó a trabajar en 1987. En su última etapa laboral ejerció como jefe de la sección de Comarcas y mantenía una columna semanal, El Observatorio, en la que daba muestras de su pluma concisa, ágil y analítica sobre los asuntos de la provincia.

Nacido en Lugo en 1967 —el próximo día 23 iba a cumplir 52 años— estudió secundaria en el IES Xoán Montes, donde destacó por su brillante expediente. Tras acabar el bachillerato se trasladó en 1985 a Madrid para cursar Periodismo en la facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense. Cuando llevaba solo dos años de estudios, ya fue contratado por el diario lucense, en cuya vieja redacción de la Rúa Progreso despuntó pronto por sus cualidades y su olfato para las noticias de ámbito local y municipal.

Era solo un veinteañero, pero enseguida demostró que era un periodista de raza, que destacaba por sus innumerables contactos y que en tiempo récord se convirtió en uno de los mejores plumillas.

El libro Xoves xornalistas. Crónica aberta, de Edicións Lea, vino a ratificar su talla profesional al incluir su firma entre las llamadas a marcar época en el periodismo gallego, como las del desaparecido Nacho Mirás o Aníbal C. Malvar.

Fue Local el punto de partida de una trayectoria que lo llevó en los años sucesivos al equipo de investigación, donde formó tándem con Jaureguizar y donde se dedicaban a realizar análisis de profundidad sobre temas de actualidad. Después regresó a Local, fue jefe en Extras y, en su última etapa, en Comarcas, volvió a demostrar el maestro de periodistas que llevaba dentro.

La sección de Local fue el punto de partida de la trayectoria profesional de un periodista de raza y maestro de periodistas

Su sempiterna sonrisa, su look de dandy —no podía ser de otra manera en el hijo de un sastre— y su humor de fina ironía hicieron de Paco García, Paquito, un referente en El Progreso, donde deja un vacío imposible de llenar.

Su profesionalidad y su carácter afable fueron reconocidos no solo entre los compañeros de profesión sino también entre autoridades, instituciones y representantes políticos y sociales, que mostraron sus condolencias a través de este periódico y las redes sociales.

Huérfano de madre desde muy niño —un hecho que lo marcó profundamente—, se crió con su padre, Enrique, y su hermana, Tata, en el barrio de A Milagrosa, que años después le reconoció con el título de Milagrosista del Año.

Sin hijos, Francisco García demostraba devoción por sus sobrinos Adrián e Iván, que lo acompañaron alguna vez en sus viajes —era una de sus pasiones— alrededor del mundo, desde Nueva York, Tailandia o las islas griegas.

El futuro, no obstante, le deparaba un sobrino político, Rubén, quien le cuidó con primor cuando la enfermedad empezó a hacer mella en su deteriorada salud.

Los restos de Francisco García están en Velatorios Lucenses y fue su deseo que antes que flores se hiciese un donativo a Somos Unidos por el Cáncer y a AECC. La incineración será en la intimidad.