Forzar las máquinas expendedoras instaladas en los pasillos del Hula le costó a un lucense una condena de tres años y medio de cárcel. El botín que consiguió rondaba los 3.000 euros —una cantidad que puede parecer pequeña para una condena de prisión tan elevada—, pero el hombre es un delincuente habitual con múltiples condenas a sus espaldas y el fiscal solicitaba inicialmente cuatro años y medio de prisión.
El acusado, I.D.C., reconoció ayer ante la jueza del Penal número 1 de Lugo que entre los días 22 y el 23 de abril de 2015 forzó un total de 17 máquinas expendedoras que se encontraban repartidas por los pasillos del Hospital Universitario Lucus Augusti. El hombre utilizó una llave falsa para fracturar las diferentes cerraduras y lograr así la apertura de todas las máquinas. Acto seguido, se apoderó de la recaudación, que según la empresa que gestiona las expendedoras sumaba un total de 2.933 euros. Además, los daños ocasionados en las máquinas ascendieron a 2.084 euros.
El presunto ladrón fue acusado de un delito de robo con fuerza en las cosas en establecimiento abierto al público, con la agravante de reincidencia, ya que el hombre tiene a sus espaldas una decena de condenas por otros hurtos, robos, conducción temeraria y uso de documento falso.
En su escrito de conclusiones provisionales, el ministerio público solicitaba para el ladrón una condena de cuatro años y medio de cárcel. Sin embargo, el hombre reconoció los hechos ante la jueza y pactó una reducción de condena con la Fiscalía, por lo que ya no fue necesario celebrar el juicio.
Además, en concepto de responsabilidad civil, el hombre tendrá que indemnizar a la empresa afectada en la cantidad de 5.017 euros por el dinero robado y los desperfectos que sufrieron las máquinas.
TURISMOS. El Penal número 1 también condenó ayer a un hombre que robó varios artículos del interior de sendos turismos estacionados en garajes de la capital. El acusado entró en un inmueble en la noche del 25 al 26 de enero de 2011 y fracturó la ventanilla de un coche. Acto seguido, accedió al interior y sustrajo varias prendas de ropa, que fueron tasadas en 303 euros. Esa misma noche, entró en otro garaje y rompió la ventanilla de otro turismo. En esa ocasión, el hombre se apoderó de un aparato GPS, tasado en 90 euros.
El hombre fue detenido y acusado de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas, por el que la Fiscalía solicitaba inicialmente dos años y tres meses de cárcel. El ministerio público rebajó ayer su petición de condena después de reconocer las atenuantes de dilaciones indebidas y drogadicción. El acusado reconoció los hechos y aceptó 9 meses de cárcel.
