El juicio contra los padres acusados de maltratar a su bebé en Lugo se retomó este miércoles con la declaración de los forenses que vieron al menor tras su ingreso y analizaron el estado de los progenitores.
Según explicaron, el resultado del tac que se le realizó al niño "era espeluznante" ya que reveló que tenía "muchas áreas afectadas". Los peritos confirmaron que las pruebas descartaron problemas médicos o congénitos, "y ya desde el principio se manejó el antecedente traumático como causa de las lesiones".
Los forenses coinciden con las pediatras en que las lesiones del bebé son compatibles con el síndrome del bebé zarandeado y consideran que no fueron consecuencia de un único episodio, sino de una conducta "prolongada en el tiempo".
Además, las lesiones cutáneas y los maratones que presentaba el niño "se correspondían a distintos momentos temporales", afirmaron.
INFORMES DE LOS PROGENITORES
Sobre los informes médico forenses realizados a los progenitores, los forenses apuntaron que los acusados no presentaban ningún trastorno que afectara a sus capacidades cognitivas, “por lo que tenían un juicio de la realidad normal”.
Según señalaron, la pareja era totalmente consciente de lo que había pasado y presentaba en las entrevistas una reacción emocional congruente con los hechos, "ya que estaban preocupados por el estado del niño". Ambos padecían ansiedad, pero no precisaron tratamiento.
"Tenían condicionantes desfavorecedores que pudieron influir en los hechos, como los problemas económicos o el estrés del cuidado del menor, pero no tenían ninguna alteración del estado mental", concluyeron.
