El 'food delivery' llega a Lugo gracias a la flota de repartidores de Uber Eats

Una veintena de locales estrenó este miércoles su servicio a domicilio con éxito. "Es una opción muy interesante para los que no nos lo podíamos permitir", asegura el propietario de El Dotmas

Un repartidor de Uber Eats atiende el primer encargo que recibió el Dotmas Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Un repartidor de Uber Eats atiende el primer encargo que recibió el Dotmas Lugo. XESÚS PONTE

Las mochilas de Uber Eats se van a convertir en una estampa habitual en la ciudad. La compañía aterrizó en Lugo y estrenó este miércoles su aplicación de comida a domicilio con más de 20 restaurantes asociados que hasta ahora no ofrecían este tipo de servicio. "Es una opción interesante para los que no nos podíamos permitir, por motivos económicos, un servicio propio de delivery", asegura Javi Serén, propietario de la hamburguesería El Dotmas Lugo. "El coste es de un 30% para Uber Eats. Si tuviéramos nuestro propio servicio, el coste sería mucho más de ese 30%, por lo que a nosotros nos compensa y nos permite crecer como negocio, que es lo que nos interesa", reconoce Serén.

A diferencia de otras plataformas de servicio a domicilio que funcionan más como "directorio", como La Nevera Roja o Just Eat, el servicio de Uber Eats consiste en proporcionar una "flota de repartidores compartida" para que los restaurantes sin servicio a domicilio tengan la opción de ofrecer esta alternativa. "Muchos restaurantes tienen dificultades para tener una plantilla propia de repartidores. Con este servicio nuestra intención es que los restaurantes se centren en la cocina mientras que nosotros nos centramos en el reparto", apunta el director general de Uber Eats en España, Manel Pujol.

"Es muy flexible. Los repartidores deciden cuándo y cómo se conectan, sin dar explicaciones a nadie. Si están activos recibirán el aviso de un restaurante cercano que ha recibido un pedido. Si el repartidor lo puede atender, lo acepta a través de una app y pasa a recogerlo por el local", dice Pujol.

El perfil de los repartidores, según el director general de Uber Eats, varía en función de sus necesidades. "Pueden ser estudiantes que se conectan viernes y sábado para ahorrar un dinero extra o trabajadores que aprovechan sus horas libres para tener un complemento económico. También los hay que trabajan 40 horas a la semana. Cada uno elige su disponibilidad". Según Pujol, el objetivo de la compañía es que el servicio esté operativo en 50 ciudades a final de este mismo año.

Flexibilidad. Cada trabajador decide cuánto trabajar
De la misma forma que los riders de otras aplicaciones como Glovo o Deliveroo, los repartidores son los que marcan su propia disponibilidad y deciden cuánto y cómo trabajar. Una vez confirman su colaboración con Uber Eats –deben presentar su DNI, carnet de conducir y ficha del vehículo que van a utilizar– deberán registrarse en una aplicación que les irá informando en tiempo real de los pedidos que se realicen en su zona de influencia. Basta con señalar si están o no activos para que figuren en la lista de repartidores disponibles. "Sabemos quién es en cuanto confirman que recogerán el pedido", dice Javi Serén. "Ayer tuvimos el primer pedido. El repartidor llegó en el tiempo estipulado y el reparto llegó sin ningún problema al domicilio en cuestión. De momento estamos muy contentos".