Los fogones se adelantaron al cierre para atajar la pandemia

Muchos locales, que podrán mantener la entrega a domicilio, decidieron cerrar por seguridad y algunos aplazan contratos
La arrocería Os Cachivaches cerró sus puertas el viernes hasta nuevo aviso. AÍDA SOENGAS
photo_camera La arrocería Os Cachivaches cerró sus puertas el viernes hasta nuevo aviso. AÍDA SOENGAS

Muchos empresarios de hostelería de Lugo decidieron a primera hora del viernes cerrar sus locales ante el peligro inminente generado por la pandemia, anticipándose a la emergencia sanitaria decretada por la Xunta, aunque ello supone desafíos económicos.

Nardo Eiroa, propietario del restaurante Mesón do Canedo, vio claros los pasos a seguir, antes del decreto de estado de alarma, y su negocio del barrio de A Ponte ya se encontraba cerrado este vienres. "Guardamos toda la mercancía en las cámaras frigoríficas. Tanto los empleados como los clientes estamos muy expuestos y no estoy dispuesto a abrir en estas condiciones", reconoció.

"Seguiremos cerrados hasta que se solucione la pandemia", admite el también propietario del restaurante italiano El Farabuto. Entre ambos locales suman 28 nóminas fijas a fin de mes. Todos estos profesionales cruzan los dedos ante un incierto futuro.

"Cerramos el local antes del decreto de la Xunta por el temor que tenemos por el bienestar de la familia"

Su compañero de profesión Armando Méndez, gerente de la arrocería Os Cachivaches, siguió idéntico camino. "Dada la incertidumbre y la inseguridad que produce está situación, además del temor que tenemos por nuestras familias, cerramos el local antes de conocer la decisión de la Xunta de Galicia", admite.

Santi Almuiña, chef y dueño del restaurante Colón, no tiene dudas sobre el futuro inmediato de su local. Primero cerrar y después seguir adelante frente a viento y marea. Ya superaron varias crisis durante las últimas dos décadas y están seguros de que el final de esta también llegará. "Falamos entre todos os empregados e puxémonos de acordo en que o mellor era pechar. O primeiro é a saúde. Xa tivemos máis crises e saímos de todas ellas. Agora tamén o faremos, pero repito que é unha decisión moi acertada para preservar a saúde de todos os galegos", admite el cocinero lucense.

La pandemia tampoco respetó a las reservas del hotel Torre de Nuñez este fin de semana, explicaba Ana Nuñez, gerente del negocio familiar y que se enfrenta a su primer cierre en 38 años de acti vidad. «Tenemos todos los eventos cancelados. El cierre es una opción muy real», explicaba.

CAMPOS. Manuel Vázquez, propietario del restaurante Campos, afirmaba ayer que «en 60 años de vida nunca había vivido una situación semejante». «Teníamos 70 reservas hoy —por ayer—», y de la noche a la mañana desaparecieron », relataba Vázquez al tiempo que reflexionaba sobre el futuro a corto plazo. «En Wuhan tardaron 4 meses en controlar el coronavirus. Y ahora aún no pueden abrir las tiendas, y no se sabe cuándo podrán hacerlo. Aquí puede pasar lo mismo, y entonces, ¿cómo sobreviviremos?», se preguntaba el restaurador.

"Ya había hablado con un cocinero y un camarero para contratarlos y ahora no puedo hacerlo"

Manuel Vázquez también tendrá que aplazar la ampliación de su plantilla, prevista para este mismo mes. «Ya había hablado con un cocinero y un camarero de sala para contratarlos pero ahora ya les dije que no puedo hacerlo ante este panorama», agregaba.

Ramiro López, propietario de La Palloza, también veía ayer claro el cierre. Hubo cancelaciones de bodas, banquetes y cenas durante todo el día —por ayer—», dijo. También tendrán que esperar dos meses la apertura del Toni Portela, que ocupará el local del mítico restaurante Verruga, y la reapertura del Bar Daniel, tras unas reformas en su interior. Ç

El Ho Gruf, un popular local de ocio, fue de los que también se adelantó y anunció el cierre por seguridad.