El fiscal no ve acoso en la proposición sexual de un hombre a una cuidadora

La mujer asistía al padre del denunciado, que le ofreció 50 euros en la cocina a cambio de sexo
Martillo de justicia. PIXABAY
photo_camera Martillo de justicia. PIXABAY

La Fiscalía de Lugo ha solicitado el sobreseimiento de una denuncia por acoso contra un hombre interpuesta por una cuidadora profesional que acudía a su domicilio para ayudar al padre del denunciado. Según el escrito presentado por la Fiscalía para un juicio que se celebrará la próxima semana, el implicado sí realizó a la empleada proposiciones sexuales e incluso le ofreció dinero a cambio de sexo mientras estaban en la cocina de su domicilio, pero entiende que no fueron tan graves "como para haber provocado en la víctima una situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante".

Según se recoge en el escrito del ministerio público, la mujer trabaja para una empresa dedicada al cuidado de las personas mayores, y ya había en otras ocasiones en la misma casa cuidando al padre del denunciado. En esta ocasión, el hombre la llamó a la cocina, cerró la puerta y le dijo que estaba "enamorado" de ella, que le respondió: "Por que dices esas tonterías?, eu non estou enamorada de ti, eu estou casada, non me digas esas cousas que eu veño aquí para traballar e o meu traballo e cuidar ao teu pai".

La Fiscalía tiene en cuenta que el hombre es alcohólico crónico y es inmaduro en las relaciones personales

En ese momento, el investigado "apoyó sus manos en los hombros de la denunciante y le dijo: Estou enamorado de ti, xa fai tempo que estou, cando te fuches tú de aquí e cando ahora te volviches, que a empresa me chamou para dicir que viñas tu e eu dixenlles que me parecía ben que eu estou moi contento contigo". Cuando volvió a ser rechazado, el hombre insistió: "Eu quero facer o amor contigo" y le ofreció 50 euros.

La mujer le pidió otra vez que la dejara marchar, "tras lo cual", indica el escrito del fiscal, "el investigado se apartó dejándola pasar y la denunciante, tras firmar los partes de trabajo, se dirigió a la puerta de salida encontrándose la misma cerrada con la llave pasada". No obstante, la llave estaba puesta y pudo salir. Según la denunciante, "le echó las manos sobre los hombros ese día en dos ocasiones más".

El representante del ministerio público analiza en su razonamiento los elementos que constituyen acoso en el ámbito laboral, y si bien reconoce que en este caso se cumplen algunos de ellos no aprecia que exista "una situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante" ni ve en ellas una amenaza para el trabajo de la mujer. El Tribunal Supremo, recuerda, "la víctima debe pasar a una situación no solamente de indudable hostilidad, sino humillante y generadora de temor", algo que en el comportamiento del acusado "no se aprecia".

El ministerio público cree que "el hecho de haber apoyado sus manos sobre los hombros en ese contexto no puede ser considerada como una acción intimidatoria o humillante"

Para solicitar el sobreseimiento el fiscal se apoya también en los informes psicológicos que dicen que el implicado tiene "una capacidad de razonamiento deficitaria, lo que lo hace inmaduro en las relaciones personales. El abuso crónico de alcohol potencia esas deficiencias".

"El hecho de haber apoyado sus manos sobre los hombros en ese contexto no puede ser considerada como una acción intimidatoria o humillante", concluye.

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