El fiscal pide que le quiten el coche a un lucense tras 10 condenas de tráfico

Fue detenido alrededor de una treintena de veces por cometer infracciones al volante y suma más de 20 años de retirada de carné. Afronta otro juicio por quintuplicar la tasa de alcohol

Juzgados de Lugo. AEP
photo_camera Juzgados de Lugo. AEP

LUGO. Nueve años después de su primera condena de tráfico y con otras nueve penas a sus espaldas, un lucense, con iniciales F.J.B.F., podría quedarse sin coche, ya que el fiscal solicita el comiso definitivo de su vehículo.

El hombre fue citado el martes como acusado por el juzgado de lo Penal número 1 de Lugo para ofrecerle la posibilidad de alcanzar un pacto con el fiscal y evitar así un nuevo juicio por quintuplicar la tasa de alcohol al volante. El ministerio público pedía inicialmente para el conductor nueve meses de cárcel, seis años sin permiso de conducir y la retirada del coche. El ministerio público estaba dispuesto a modificar alguna de las penas, pero al acusado no le pareció suficiente la rebaja y no llegaron a un acuerdo, por lo que se celebrará la vista.

Los hechos que lo llevarán una vez más al banquillo de los acusados sucedieron el 17 de diciembre de 2016, sobre las diez de la noche, cuando el acusado conducía su turismo por la calle Río Eo a pesar de tener el carné retirado por orden judicial.

Además, el acusado circulaba en zigzag, por lo que una patrulla de la Policía Local le dio el alto. Los agentes, según quedó recogido en el atestado, comprobaron que el conductor presentaba «síntomas de embriaguez», como ojos brillantes, habla pastosa, halitosis alcohólica, repetición de frases o movimiento oscilante. El hombre fue sometido a la prueba de alcoholemia y arrojó tasas de 1,38 y 1,26 miligramos por litro de aire espirado, cinco veces más de lo permitido.

Ante este resultado, y tras comprobar los policías que no tenía el carné el vigor, el conductor fue detenido y acusado de dos delitos contra la seguridad vial.

ANTECEDENTES. Para el acusado, acabar ese día en comisaría no fue una novedad. De hecho, suma alrededor de una treintena de arrestos y desde 2008 fue condenado al menos en diez ocasiones por diferentes delitos contra la seguridad vial. Acumula penas de cárcel, multas y más de 20 años de retirada de carné, pero aun así, no deja de conducir, por lo que el fiscal pide que se tomen medidas más severas.

En el historial de infracciones al volante del acusado no falta de nada. Un vez, en el año 2009, un vecino llamó a la Policía porque había un hombre dentro de un coche en As Gándaras «que parecía muerto». Los agentes comprobaron que el conductor estaba tumbado a lo largo de los dos asientos delanteros, con parte de sus piernas fuera del coche, y que no respondía a estímulos externos. Sin embargo, de repente, el hombre se incorporó de repente, arrancó el coche y huyó a gran velocidad. Justo el día anterior, el acusado había dado positivo en un control de la Guardia Civil en Chantada.

En otra ocasión, el acusado dejó su vehículo en medio de la calzada, en la calle Serra de Outes, y se fue a tomar algo a un establecimiento de hostelería de la zona. La Policía acudió al lugar alertada por los vecinos y sometió al hombre a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó una tasa de 1,49 miligramos por litro de aire espirado, casi seis veces más de lo permitido. El hombre también sufrió varios accidentes de tráfico por conducir supuestamente ebrio.

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