La fiscal pide nueve años de cárcel a un lucense por intentar violar a una menor

La agresión sexual no llegó a consumarse al oír un testigo los gritos de la joven que, según pone de manifiesto el escrito de acusación del Ministerio Público, sufría intoxicación etílica y también había sido víctima de sumisión química
Rúa Jacinto Benavente, donde ocurrieron los hechos. XESÚS PONTE
photo_camera Rúa Jacinto Benavente, donde ocurrieron los hechos. XESÚS PONTE

A nueve años de prisión se enfrenta un lucense acusado de un intento de agresión sexual, supuestamente cometido en la Nochevieja de 2019, contra una joven de 16 años que, según el escrito de conclusiones provisionales de la fiscal, sufría intoxicación etílica y sumisión química en el momento de los hechos.

El presento agresor, de 28 años, ingresó en prisión provisional, por auto dictado por el juzgado de instrucción número 1 de Lugo el 2 de enero de 2020 y continúa en esta situación hasta el momento, a espera del juicio, que podría celebrarse en unos meses.

Según el relato de los hechos que reconstruye la fiscal, el intento de agresión sexual ocurrió sobre las cinco y media de la mañana del 1 de enero de 2020. Al parecer, el acusado encontró a la menor en las inmediaciones de la Praza Maior y "aprovechándose del estado de intoxicación etílica y sumisión química en el que se encontraba", dice la fiscal, supuestamente la dirigió a un garaje de la calle Jacinto Calvo Senador, entre la Praza de Bretaña y San Roque, "y allí, con ánimo lúbrico, la agarró por el cuello y le tapó la boca situándose encima de ella mientras le quitaba la ropa y le pegaba en la cara para, a continuación, tocarle los pechos y la vagina".

La representante del Ministerio Público asegura, en su escrito de conclusiones provisionales, que el hombre intentó penetrar vaginalmente a la joven, lo que no consiguió por llevar esta puesto un tampón y también por ser sorprendido por un testigo, que escuchó a la menor gritando "no, por favor, no", lo que alertó al viandante, que pasaba por allí en aquel momento.

A consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió lesiones consistentes en erosiones en la cara interior de ambas rodillas y otra pequeña erosión en la nariz.

PENA. La fiscal califica estos hechos de un delito de agresión sexual en grado de tentativa y, por lo tanto, afirma que procede imponer al procesado la pena de nueve años de prisión, además de la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de la chica, así como a su domicilio y a los lugares frecuentados por esta. La representante del Ministerio Público propone también la prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio durante un periodo de diez años.

Tres chicos lograron dar alcance e inmovilizar al acusado, que intentó huir, hasta que, finalmente, llegó al lugar del suceso la Policía

A su vez, la fiscal propone que, conforme al artículo 89.2 del Código Penal, sea sustituida la pena de nueve años de prisión por la expulsión del territorio nacional, dado que el acusado tiene nacionalidad colombiana.

Esto se podría aplicar "cuando se haya ejecutado el cumplimiento en España de la parte de la pena que el tribunal estime necesaria para asegurar la defensa del orden jurídico y restablecer la confianza en la vigencia de la norma infringida", asegura la fiscal en el escrito de conclusiones provisionales.

Al juicio, que podría celebrarse en la Audiencia Provincial dada la elevada petición de pena, está llamado a declarar tanto el joven que oyó los gritos de la víctima como los otros dos chicos que también lo acompañaban en esos momentos y que consiguieron evitar la huida del acusado, que salía precipitadamente del garaje. Al parecer, los jóvenes corrieron tras de él y lograron darle alcance e inmovilizarlo mientras llegaba la Policía.

No se le acusa de darle burundanga
La analítica que se le practicó a la joven en el Instituto de Ciencias Forenses de la USC certificó el hallazgo de 2,4 ng/ml de escopolamina en su sangre. Se trataría, por tanto, del primer caso conocido en Lugo de una víctima de sumisión química.

ACUSACIÓN. Sin embargo, el hombre que intentó violar a la joven no fue finalmente acusado por la fiscal de drogar a la víctima, ya que se cree que esta ya había sido drogada horas antes de que se encontrase con el procesado y que, por tanto, no fue él quien le dio la sustancia, posiblemente mezclada con alcohol. Sí, en cambio, reconoce la fiscal que el procesado se aprovechó del estado en el que estaba la víctima, con intoxicación etílica y objeto de sumisión química.

CASOS. Desde marzo de 2018, hubo, al menos, cuatro casos de mujeres que denunciaron haber sido víctimas de abusos tras una sumisión química. Sin embargo, tanto las investigaciones policiales como los análisis descartaron el uso de esta droga, que desaparece de la sangre al cabo de seis horas.