La fiscalía mantiene la petición de penas en el primer juicio del caso Carioca

Presentó grabaciones del funcionario, cuya defensa rechazó que fueran inculpatorias
Un momento de la sesión del primer juicio de la Carioca. EP
photo_camera Un momento de la sesión del primer juicio de la Carioca. EP

Ni la acusación ni las defensas encontraron en dos días de vista oral motivos suficientes para modificar sus posturas iniciales, con lo que el juicio de la pieza de Extranjería de la Policía Nacional de la operación Carioca finalizó este miércoles en la Audiencia Provincial con la Fiscalía solicitando la condena de los dos acusados y los abogados defensores, su libre absolución.

La segunda y última sesión de la vista por la primera de las grandes piezas del caso Carioca que llegaba a juicio concedió un mayor protagonismo al funcionario de Extranjería y abogado acusado, que tuvo que escuchar más de una decena de grabaciones de conversaciones telefónicas en las que trataba asuntos profesionales con otros abogados y clientes.

Son las pruebas en las que el ministerio público basa sus acusaciones de negociaciones prohibidas a funcionarios y uso de información privilegiada, por las que, no obstante, el acusado solo se enfrenta a una multa, dado que la posible inhabilitación para cargo público poco efecto tendría en una persona que ya está jubilada.

Pese a la apariencia comprometedora de algunas de esas conversaciones, la defensa mantuvo que en ninguna probaba que su cliente, tal y como aseguraba el fiscal, hubiera aprovechado su puesto en Extranjería para favorecer a clientes de su despacho privado, o para obtener trabajo para ese mismo despacho.

Se limitaba, insistió el letrado, a dar recomendaciones sobre los procedimientos cuando le llamaban para pedirle consejo, en la mayoría de las ocasiones compañeros de abogacía.

El ministerio público lo vio de manera muy distinta y mantuvo en sus conclusiones finales su petición de condena, mientras que la defensa contrapuso que en ningún momento sobrepasó los límites de la compatibilidad para ejercer la abogacía que tenía oficialmente concedida.

Además, argumentó que en esas consejos no existió ni ánimo de lucro ni uso de información privilegiada, dos elementos necesarios para la condena, así como la capacidad para realizar informes oficiales que pudieran favorecer a sus clientes, capacidad que no tenía en Extranjería.

No se presentó tampoco, insistió la defensa, expediente alguno en el que hubiera participado a favor de las personas con las que se le escuchaba hablar en las conversaciones interceptadas.

PERITAJE CALIGRÁFICO. Por lo que respecta al otro acusado, el policía nacional que entonces dirigía la brigada de Extranjería, tuvo al menos el alivio de escuchar en la sesión del miércoles el testimonio de una perito caligráfica que aseguró que varias de las firmas incluidas en los dos expedientes de prórroga de estancia por los que se le juzgan estaban falsificadas.

Eso permitió a su defensa apuntalar la línea maestra de su argumentación: que esos expedientes irregulares eran obra del policía que entonces era el segundo al mando de Extranjería, que figuró como principal imputado en esta causa hasta que falleció hace un par de años.

El otro puntal de la trama, de la que el ahora acusado no tendría ningún conocimiento, sería el cabo de la Guardia Civil que fue detenido y encarcelado en la operación Carioca. El objetivo de ambos sería, según se expuso, favorecer a mujeres que ejercían la prostitución en clubes lucenses a cambio de dinero y favores.

La Fiscalía, de todos modos, también mantuvo la acusación contra el exjefe de Extranjería, que se arriesga por tanto a una condena de nueve años de prisión por dos casos de falsedades en documento público.

En cualquier caso, el juicio quedó visto para la sentencia de la Audiencia Provincial de Lugo, que deberá además decidir sobre una serie de cuestiones previas que podrían determinar la nulidad de toda o de parte de la instrucción en un asunto que provocó detenciones y registros en la Comisaría de la Policía Nacional de la capital y que al final quedó reducido a las dudas sobre dos expedientes administrativos y la supuesta incompatibilidad administrativa de un funcionario.

Un juicio más corto de lo previsto
La Audiencia Provincial dejó listo para sentencia un juicio que inicialmente estaba previsto que se prolongara durante tres días y que generó gran expectación por el hecho de ser el primer proceso por una de las piezas principales del caso Carioca.

EJE DEL CASO. El centro de la acusación planteada por el ministerio fiscal giraba en torno a dos expedientes de prórroga de estancia en el país que se concedieron a dos mujeres extranjeras que trabajaban en clubes de alterne y que eran amigas de otra a la que los investigadores relacionaron con un policía ya fallecido.

ARGUMENTACIÓN. Ese policía ya desaparecido, que ejercía como segundo en el departamento de Extranjería, fue en su día el principal imputado en la causa y los dos únicos juzgados ahora le han señalado a él y a un guardia civil imputado como responsables del caso.