Firmas contra los empinados accesos al centro de salud de As Fontiñas

Un grupo  e vecinos se moviliza para hacer llegar a la alcaldesa y la jefa de Sanidade sus demandas de pasamanos y antideslizantes en las aceras más escarpadas

LUGO. En estos gélidos días los escarpados accesos al centro de salud de As Fontiñas de la capital lucense semejan una pista de patinaje que entraña un riesgo para los principales usuarios de estas dependencias, las personas mayores. Operarios de la adjudicataria del servicio municipal de limpieza viaria esparcieron ayer sal en las aceras de la zona con el fin de intentar evitar esas inoportunas caídas, que suelen ser más graves a medida que es mayor la edad del que las sufre.

Hartos de tener que afrontar estos empinados obstáculos cada vez que acuden a una consulta, un grupo de vecinos de As Fontiñas está impulsando una recogida de firmas, que remitirán a la alcaldesa de Lugo y a la jefa territorial de Sanidade, exigiendo que de una vez por todas se instalen «pasamos y antideslizantes en las aceras de los tramos de fuertes pendientes».

Recuerdan que este es un problema que se arrastra desde que hace casi un cuarto de siglo, en 1995, abrió sus puertas este centro de salud, que da servicio a unos 9.500 asegurados. Tampoco olvidan que les han prometido soluciones que hasta ahora no se han aplicado.

Los usuarios se aferran a la barandilla exterior del recinto del ambulatorio, en la Rúa Peña Anda, para no perder la verticalidad, lo que se antoja difícil en estos días en los que los termómetros están flirteando con los cero grados.

IMPEDIMENTOS. Las aceras de esta calle, que califican como «toboganes», no tienen otro elemento que alivie el paso a las cerca de 200 personas que, según apuntan los promotores de esta campaña, acuden a diario a este centro de salud.

Los críticos, que ya llevan más de un centenar de firmas, ponen su mirada, sobre todo, en la vía que enlaza la Ronda das Fontiñas con Peña Anda, la travesía Bispo Doutor Balanza. Esta corta y abrupta cuesta, que hasta se le atragantaría al mejor de los escaladores del pelotón ciclista, solo tiene una exigua barandilla en el tramo final de una de las aceras.

También ponen el grito en el cielo porque, si ya no fuese suficiente con los obstáculos que suponen las calles que pican para arriba, en el tramo con escaleras de Bispo Doutor Balanza permanece la zapata de una grúa de obra, desmontada hace ya tiempo, lo que supone una traba más a afrontar en la visita al médico.

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