A Fervedoira se queda sin caudal

El río apenas tiene agua en el tramo comprendido entre a A Campiña y el barrio de Galegos ▶La CHMS asegura que hará un seguimiento e inspeccionará un posible vertido en la zona
El curso del río entre A Campiña y el barrio de Galegos sin apenas agua. XESÚS PONTE
photo_camera El curso del río entre A Campiña y el barrio de Galegos sin apenas agua. XESÚS PONTE

Los vecinos que viven en la zona de A Fervedoira alertan que desde abril que el río que pasa por la zona apenas tiene caudal. La situación sorprende porque, aunque en los últimos meses las lluvias han sido intensas, lo cierto es que a finales de verano la situación se mantiene inalterable sin que nadie encuentre explicación.

Residentes del lugar aseguran que esta problemática ocurre en la zona comprendida entre A Campiña y el barrio de Galegos y que sucedió de manera repentina. De hecho, algunos vecinos sospechan que se ha desviado el caudal a una finca privada precisamente porque una vez pasado el barrio de Galegos existe una canalización que vierte agua sucia "con un tono blanco", un hecho que relacionan con un posible vertido de aguas residuales.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, por su parte, asegura que está realizando un seguimiento en la zona de A Fervedoira y que en los próximos días llevarán a acabo "novas inspeccións de cara á localización do vertido e, no seu caso, a posible apertura dun expediente sancionador".

No es el único problema que se ha detectado estos días en los diferentes caudales que recorren la ciudad. En el río Rato, varios usuarios del paseo han observado en las últimas fechas una intensa presencia de algas y suciedad. A falta de confirmación por parte de la CHMS, este manto verde recuerda a la alga invasora azolla filiculoides, un helecho invasor de origen tropical, con gran capacidad reproductiva y, según señaló en su día un informe de la Reserva de la Biosfera Terras de Miño, capaz de generar gran cantidad de residuos orgánicos e impedir el paso de la luz.

El manto que cubre el Rato llama la atención de los usuarios del paseo. XESÚS PONTE
El manto que cubre el Rato llama la atención de los usuarios del paseo. XESÚS PONTE
 

A pesar de que en la CHMS no tienen constancia de la presencia de ninguna planta "alóctona ou invasora", la confederación confirmó que realizará una inspección en la que tomará muestras del agua para confirmar si efectivamente se trata de una especie invasora.

De confirmar que se trata del alga azolla, su retirada debería realizarse manualmente para hacer una recogida selectiva y evitar eliminar otros elementos. En otras actuaciones de similares características se llevó a cabo en batuxos y las masas de estas plantas se recogieron con pequeñas redes.

Las últimas actuaciones de la CHMS en el río Rato y en el entorno de A Fervedoira datan de febrero y marzo de este mismo año.

La azolla invasora vuelve al río cada verano desde hace más de quince años

▶La planta procede de la América tropical y su tendencia expansiva afecta a las especies protegidas

La azolla filiculoides es una planta diminuta que, sin embargo, representa un problema mayúsculo para el ecosistema del Miño y sus afluentes desde hace más de una década. El bajo caudal que llevan estos cursos y las altas temperaturas disparan la expansión de esta especie, que forma extensos tapices sobre la superficie del río, tan tupidos que parece que se pudiera caminar sobre ellos. Estas alfombras de pequeños puntitos provocan cambios en el ecosistema, al producir gran cantidad de residuos orgánicos e impedir el paso de la luz, según señala un informe de la Reserva de la Biosfera Terras de Miño.

Se trata de un helecho acuático procedente de zonas templadas y tropicales que se ha expandido por todo el planeta como planta ornamental. Además de mermar la calidad de las aguas, representa una amenaza directa para especies protegidas como el luronium natans, una de las joyas florísticas de la Red de la Biosfera, considerada prioritaria y, por lo tanto, protegida.

Cada planta alcanza una tamaño máximo de diez centímetros, tiene raíces numerosas y tallos muy ramificados. Normalmente se puede encontrar en aguas limpias y de curso lento y en climas no muy cálidos producen esporas por lo que se reproducen vegetativamente.

Su temperatura óptima de crecimiento se sitúa entre los 20 y los 22 grados y la planta perece cuando llega el frío y aumentan los caudales de los ríos. De este modo, durante el otoño su color pasa a ser rojizo y desaparecen, aunque reaparecen durante el periodo estival.

EXPERTOS. Los biólogos expertos consideran que se trata de un helecho invasor, pero la visión de la CHMS en los últimos años discrepó totalmente con la opinión de los especialistas.

Desde la confederación se alegaba que se trata de "plantas actuáticas autóctonas no invasoras, muy importantes para los ecosistemas acuáticos que afloran en superficie con la bajada del nivel del río".