La parroquia de San Antonio espera volver a recoger este año, como el pasado, unas trece toneladas de patatas para contribuir a la alimentación de unas 400 familias de la feligresía que pasan por apuros económicos. Algunas de esas personas, junto a otros voluntarios, echaron ayer la simiente en la parcela que por segundo año cedió un vecino en As Saamasas.
Hace un año el trabajo fue manual, pero esta vez los voluntarios contaron con la ayuda de una máquina sembradora. La aportó la familia de un abogado que quiso colaborar con la iniciativa puesta en marcha por el cura de San Antonio, Alberto Leiva. "O ano pasado tivo moita repercusión e moita xente ofreceuse a colaborar. Un señor de Portomarín deunos o abono, outro da parroquia de San Xoán tróuxonos abono natural do seu gando... A verdade é que isto anímate moito e motívate, á vez que rompe os prexuízos que ás veces hai cara a igrexa. Isto é o que é, non hai ningún tipo de interpretación. Pasamos das palabras ao terreo, nunca mellor dito", explica Leiva. El aprovechamiento de tierras en estado de abandono y la creación de un clima de encuentro y fraternidad son otros objetivos que se consiguen con esta acción, destaca el sacerdote.
Las patatas recogidas el año pasado se agotaron hace ya cuatro meses. Sembrada la nueva cosecha, la parroquia estudia ahora la posibilidad de realizar algún otro cultivo, ya que tiene ofertas de más tierras para trabajar.
