La fe se queda en la catedral por la lluvia

El templo acogió el lavatorio de pies por parte del obispo a una decena de fieles y, acto seguido, la procesión de la Santa Cena, que no puso salir a causa del mal tiempo

El obispo participa en el lavatorio de pies a doce creyentes. XESÚS PONTE
photo_camera El obispo participa en el lavatorio de pies a doce creyentes. XESÚS PONTE

Los temores de la cofradía de la Santa Cena se cumplieron y la lluvia no dio tregua este jueves por la tarde. La procesión tuvo que recorrer el interior de la catedral, un breve camino en el que los devotos y los curiosos disfrutaron de una de las procesiones más antiguas de la Semana Santa lucense.

En el paso iba San Judas Tadeo, al que le falta el dedo meñique, algo que no extraña a los miembros de la cofradía. Las esculturas de esta imagen aparecen a veces dañadas y uno de los últimos casos fue la desaparición del dedo de un ángel. Los devotos suelen tocar la imagen de la Santa Cena con la idea de que conseguirán mayores favores del cielo.

Procesión en el interior de la catedral de Lugo. XESÚS PONTEEl problema de estos desperfectos es que hay que mandar la pieza a un taller especializado en carpintería religiosa en Madrid, según explicó uno de los cofrades. Eso significa un desembolso muy importante de dinero para la cofradía.

Además de los fieles lucenses, también los visitantes foráneos llenaron este jueves el templo. "La catedral es bastante impresionante", confesó este jueves el madrileño Manuel Pérez, que está de visita en Lugo junto a su amigo Alejandro Aguirre y otros colegas. La lluvia y el viento no chafaron su primera toma de contacto con la ciudad y su Semana Santa. "No seguimos mucho estas cosas", admitió Aguirre, que reconoció que le gustó el ambiente dentro del mayor templo de la ciudad.

"Ha sido una experiencia preciosa", comentaba encantada Gloria Silveira a la salida de la catedral. La uruguaya llegó hace cuatro meses a la ciudad desde su país y ésta es su primera Pascua lucense. Nunca antes había disfrutado la Semana Santa de esta manera, ya que en su país no se viven estas fechas así. "No he visto nada similar en mi vida", reconocía este jueves. La procesión de la Virgen de la Esperanza, el lunes pasado, le impresionó mucho.

LAVATORIO DE PIES. Los actos religiosos comenzaron este jueves por la tarde con el tradicional lavatorio de pies por parte del obispo. Una docena de lucenses, miembros de cofradías y vecinos, participaron en el lavatorio, todo un honor para los creyentes. Este acto emula el gesto de humildad de Jesucristo a San Pedro, que anticipó su sacrificio en el Calvario.

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