La Policía Nacional desplazó a última hora de la tarde del jueves a seis agentes hasta los juzgados de Lugo, donde un nutrido grupo de personas esperaba la salida de un detenido por supuesto delito de violencia machista. Lo había denunciado su mujer, una chica de 19 años y, como él, de etnia gitana. Una mujer que, con su decisión libre de dejar a su marido e irse con otro hombre étnicamente diferente, había soliviantado a las familias.
De hecho, según explicaron fuentes oficiales, las cosas ya estuvieron a punto de estallar el pasado sábado, cuando la nueva pareja de la chica se presentó en las cercanías del Hula para tratar de hablar con el marido. En el hospital, sin embargo, había muchos familiares visitando a uno de los ancianos de la familia, que salieron a por el hombre, de 27 años, y trataron de agredirlo. Este consiguió escapar en su coche, pero no sin daños, de modo que apenas pudo recorrer unos kilómetros con el mismo hasta que se paró por los desperfectos.
Según las fuentes, este joven de 27 años ya había intentado antes arreglar las cosas en casa de los padres de la chica, con bastante riesgo y sin ningún éxito.
Este jueves, la chica puso una denuncia contra su todavía marido por maltrato, por lo que este fue detenido. Tras prestar declaración ante el juez de violencia de género, quedó en libertad con una orden de alejamiento de la pareja.
La salida en libertad del investigado permitió, al menos, que se rebajara un poco la tensión entre los que esperaban, sin que tuviera que actuar la Policía.