Una familia lucense busca financiación para un perro que asista a su hijo

El animal comenzará a ser entrenado en breve para ayudar a Dani, un niño autista de 7 años que también sufre cardiopatía severa
Dani, de la mano de sus padres, Yolanda y Manuel. SEBAS SENANDE
photo_camera Dani, de la mano de sus padres, Yolanda y Manuel. SEBAS SENANDE

Su padre, Manuel Vázquez Prado, lo resume todo en solo una frase: "Dani se agarró a la vida desde que nació". El recorrido que hizo este niño desde que vino al mundo, hace siete años, es casi un milagro. Diagnosticado con una cardiopatía severa unas semanas antes de nacer, a su madre, María Yolanda Pardo Vidal, le daban pocas esperanzas de vida de su hijo. "Primero, me dijeron que nacería muerto, y después, que duraría solo unas horas", recuerda.

"Vamos a por todas con la ONG DogPoint, que entrena a perros. Ya lo compramos y ahora comenzará a ser entrenado en breve con su olor, en distintas sesiones en Lugo y en Madrid. Todo esto supone unos gastos de 17.810 euros"

Afortunadamente, ni una cosa, ni la otra. Manuel Daniel Vázquez Pardo tuvo que enfrentarse, con solo un día de vida, a una operación a corazón abierto, de siete horas y cuarto en quirófano, de la que logró salir bien y vivir, ahora mismo, sin medicación pese a que su cavidad izquierda del corazón será toda su vida más pequeña que la derecha y también pese a que una aorta sintética reemplaza a la suya, demasiado estrecha.

Para costear el perro, la familia inició una campaña en migranodearena.org el pasado sábado, donde ya recaudó 240 euros

Pero ahí no acaba todo el historial médico de Dani. Con dos años y medio, a este niño se le diagnosticó autismo y, posteriormente, retraso del desarrollo. Desde entonces, su madre empeñó toda su vida en sacar adelante a este niño al que lleva, desde entonces, a distintas terapias por las tardes con la pedagoga, la logopeda y la terapeuta ocupacional especializada en integración sensorial. Tratamientos que solo se pueden costear con el bolsillo de cada uno y que a esta familia le sale por unos 600 euros al mes. Un coste nada caro si se tiene en cuenta lo que este niño consiguió en todo este tiempo: nada menos que interactuar con quien tiene enfrente. Todo un reto para un autista.

"Mi hijo lleva una vida normal pese a todo. Por las mañanas, va al colegio María Auxiliadora, donde cursa primero con sus compañeros, que lo miman y lo protegen. Y por la tarde, en lugar de ir a las actividades extraescolares a las que van sus dos hermanas mayores, de 18 y 14 años, él va a terapias. Terapias que tendrá que seguir toda su vida pero que le ayudan mucho a vivir. Dani hoy interactúa con la gente, mantiene pequeñas conversaciones y tiene empatía, algo que muy pocos tienen. Pero, aun así, el cambio de vida es total: no podemos salir a comidas, ni de vacaciones, ni a un centro comercial porque le entran crisis en sitios públicos. Tampoco puede coger el bus, incluso tuvimos que hipotecarnos para comprar un coche grande porque en uno pequeño se agobiaba", dice su madre.

En su afán por entender a su hijo, Yolanda acudió a cursos, leyó libros y consultó páginas de internet sobre el autismo. En una de ellas, conoció los perros de asistencia para niños autistas. Unos perros Labrador entrenados solo para asistir a estos niños durante nueve años, periodo en el que el animal se irá reciclando en su entrenamiento adaptándose a la evolución de su dueño "Hace dos años contacté con Bocalán Galicia y teníamos una perra, Miel, que iba a ser para nosotros pero por falta de dinero se fue para otra familia. Ahora, vamos a por todas con otra ONG, DogPoint, que entrena a perros. Ya lo compramos y ahora comenzará a ser entrenado en breve con su olor, en distintas sesiones en Lugo y en Madrid. Todo esto supone unos gastos de 17.810 euros", dice Yolanda.

Para costear el perro, la familia inició una campaña en migranodearena.org el pasado sábado, donde ya recaudó 240 euros. Además, el día 30, el Anpa del colegio organiza una fiesta. La familia también colocó huchas en farmacias y en la Plaza de Abastos y busca el apoyo de empresas que quieran colaborar.

Día a día
La ayuda que le dará el perro
El perro asistente le cambiará la vida a Dani en su día a día. Para no perderse Dani tiene que ir siempre de la mano por la calle ya que tiene tendencia a fugarse. De tener el perro, ambos irían unidos con un peto y una cuerda. Si el niño corre, el can se sienta.
Para dormir
Siempre tiene que tener alguien a su lado cuando duerme. Esto obliga a los padres a
dormir con él todas las noches. El perro cumpliría esa función.
Para cruzar
Los niños autistas no detectan el peligro al cruzar la calle. El perro le ayudaría.
Para ir al parque
Dani no puede ir al parque. Los espacios abiertos le provocan crisis. Con él, sería diferente.

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