El falso enfermero fue detectado justo antes de empezar a trabajar en el Hula

Ejerció una decena de días en distintos centros de salud de la provincia en julio de 2018

Santiago Blanco Lorenzo. LA REGIÓN
photo_camera Santiago Blanco Lorenzo. LA REGIÓN

La alerta de que Santiago Blanco, un hombre que había sido condenado a cuatro años por provocar 16 incendios, se hacía pasar por enfermero sin serlo saltó justo antes de que empezara a trabajar en el Hula y de que acudiera a dos entrevistas de trabajo programadas en sendos centros privados de la provincia. Antes de confirmar que se trataba de un impostor, Blanco llegó a trabajar en una decena de centros de Atención Primaria de la provincia, en días sueltos de la segunda quincena de julio y primera semana de agosto de 2018.

Fue precisamente una de las compañeras que había tenido en una de esas jornadas la que dio la voz de alerta. Llamó al Colegio de Enfermería extrañada de que, durante alguna charla que había tenido con él hubiera quedado claro que desconocía cuestiones básicas del trabajo. No sabía, por ejemplo, qué era el programa Ianus (la historia clínica del Sergas), no entendía a qué se refería su compañera con determinaciones (cada valor analítico) o las extracciones. "Nos dijo literalmente que era 'como si no fuera un enfermero'", asegura Lourdes Bermello, presidenta del Colegio de Enfermería de Lugo.

Para entonces, Blanco tenía pendiente la entrega en el Colegio del título universitario. Había intentado colegiarse a principios de julio presentando un certificado de notas, un documento que, junto al abono de tasas, se admite en los colegios profesionales para los recién graduados, cuando todavía no ha habido tiempo a que les haya expedido el título. Sin embargo, el de Blanco era del 2009, así que se le emplazó a entregar el título. Dijo que estaba en plena mudanza y que lo buscaría. En ese momento, el Colegio pidió al Ministerio que confirmase que obraba en su poder, el procedimiento habitual con todos los que se quieren colegiar.

El hombre se sumó poco después a un grupo de whatsapp de personal eventual de Enfermería, compuesto por profesionales en las listas de contratación del Sergas. Participó con aportaciones que a muchos de miembros les resultaron llamativas, preguntando cuestiones muy simples: cómo funcionaban las listas, cómo se apuntaba uno, cómo contactaban contigo cuando había una vacante a cubrir... Muchos asumieron que se trataba de alguien que había trabajado en otro sistema de salud y no en el Sergas, donde las cosas debían funcionar de forma distinta.

Tras la llamada de la compañera, el Colegio tuvo la certeza de que Blanco estaba trabajando sin estar colegiado, cosa que ningún profesional sanitario puede hacer. Bermello explica que contactó con la escuela de Enfermería de Ourense, donde decía haber estudiado, y que esta negó que así hubiese sido. Antes de tener la confirmación del Ministerio sobre si tenía un título o no, el Colegio remitió a todos los centros del Sergas y de la sanidad privada de la provincia una alerta notificando que Blanco no estaba colegiado y se sospechaba de intrusismo. Fue un viernes. Así se supo que estaba emplazado para trabajar en el Hula para el domingo siguiente y para acudir a sendas entrevistas en dos centros privados. El lunes siguiente, el Ministerio confirmó que no tenía el título de Enfermería. Bermello, que había buscado su nombre en internet para ver si se le relacionaba con algún caso de intrusismo, vio que su nombre coincidía con el de un sentenciado a 4 años por provocar incendios.

La presidenta del órgano colegial confirmó este martes que la actividad desarrollada durante esos diez días de trabajo por Blanco no provocó denuncia o queja alguna. Transcurrió todo en Primaria. Quizás en el hospital, y especialmente en algunas áreas que requieren labores muy especializadas, hubiera resultado patente su desconocimiento todavía antes.

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