El guardia civil del puesto de Meira José Vila López, de 42 años de edad, falleció este martes repentinamente a causa de un paro cardíaco en plena calle. El agente, casado y con dos hijos, dejó una importante impronta en Meira, donde era un hombre muy apreciado.
José Vila se encontraba en estos momentos de baja por enfermedad. Este martes, mientras caminaba por la Rúa Galicia, se desplomó repentinamente pasadas las diez de la mañana. A ese punto se trasladaron los servicios de emergencia para proporcionarle asistencia en el lugar. Pese a que intentaron reanimarlo durante largo tiempo nada se pudo hacer por su vida.
Además de compañeros y amigos, muchos meirenses destacaron que se trataba de una gran persona, un hombre amable e implicado que hizo numerosos amigos en el pueblo. Igualmente, lloran su marcha compañeros del equipo de fútbol veterano Bretaña, del que era delegado y jugador. En mensajes a través de las redes, manifestaron su dolor por esta marcha tan temprana y destacaron la huella que la amistad del agente dejó en el grupo.
