Una excavación revela la existencia de tres nuevas piscinas en el Balneario

Una prospección arqueológica sacó a la luz varios receptáculos que podían contener gran cantidad de agua y que datan del siglo I
Francisco Hervés señala uno de los altares bajo el que se encuentra una de las piscinas. ADRA PALLÓN
photo_camera Francisco Hervés señala uno de los altares bajo el que se encuentra una de las piscinas. ADRA PALLÓN

Las termas localizadas en las entrañas del Balneario no solo guardan propiedades beneficiosas en sus aguas sulfurosas, sino que aún siguen custodiando tesoros arqueológicos y nuevas excavaciones permitieron descubrir tres nuevas piscinas que datan del siglo I, según revela el último trabajo de campo realizado por el arqueólogo Francisco Hervés.

La última excavación realizada descubrió la existencia de tres muros que fueron construidos para contener un receptáculo que albergaba gran cantidad de agua, un dato que llevó a Francisco Hervés a continuar con su investigación. Aunque esta piscina sería de unas dimensiones menores a la que se puede contemplar junto a la zona de la palestra, que rodea la entrada principal del balneario y que ocupa una superficie de 10 metros de largo por 8 de ancho.

SEGUNDA PISCINA. Otra de las piscinas se encuentra junto a la pequeña capilla interior custodiada por una singular puerta abovedada. "Sabemos que si excavamos encontraríamos una nueva piscina impresionante porque conserva un revestimiento que es propio de la época romana", aclara. La tercera de estas piscinas se encuentra bajo el patio interior del establecimiento termal.

"En el siglo XIX, el dueño de la casa que se asentaba sobre las termas romanas construyó varios escalones y rellenó el espacio intermedio, justo donde está una de las piscinas que descubrimos", recalca el arqueólogo.

Francisco Hervés explica que "las termas guardan un patrimonio impresionante del que solo descubrimos una cuarta parte".

El último trabajo de campo también dejó al descubierto una hornacina –hueco abierto en la superficie de un muro hecho para colocar imágenes–.

Este experto en Lucus Augusti cree que todos los indicios sitúan "varias pinturas romanas metros más abajo", y relata la complejidad de una nueva excavación porque "tenemos cimentación tanto por arriba como por abajo y tendríamos que adaptar diversas medidas de protección y de refuerzo de la superficie".

Investigación ► Restos de madera de las canalizaciones
Las últimas investigaciones arqueológicas realizadas en las termas romanas de Lugo arrojaron la existencia de restos de madera de castaño, que según Francisco Hervés desbaratan las teorías que afirmaban que el uso de madera en construcciones de relevancia databa de la época medieval y demuestran que se remontan a hace más de dos milenios. "Encontramos fragmentos perfectamente conservados de las canalizaciones, realizados con perfección técnica, así como hojas, ramas y hasta un trozo de un vestido de cuero", relata sobre el resultado de las últimas prospecciones.

ESCOLA POLITÉCNICA. Estas conclusiones fueron posibles gracias a estudios realizados en los laboratorios de la Escola Politécnica Superior de Lugo

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