El joven youtuber detenido por lanzar una tarta a la cara de un profesor del instituto Muralla Romana de A Piringalla "no pensaba" que su vídeo generara "tanta polémica" ni que incurriese en delito alguno.
Así lo expresó este miércoles en el programa Espejo Público, donde el lucense se mostró lejos de arrepentirse por su acto. "Ahora ya está hecho", dijo.
A pesar de todo, el youtuber sí quiso pedir "perdón" al docente, a quien dijo no conocer de nada. "Decidí hacerlo porque es lo que me salió en ese momento pero no tenía un motivo determinado para ello. Lo hice al azar", declaró.
CASTIGO. En cuanto a la repercusión penal que puede tener su broma pesada, el joven alegó que "no sabía que era delito". "Cuando me detuvieron me explicaron que era lo mismo hacérselo a un profesor que a un policía", alegó.
El defensor del profesor de Galicia, Julio Trashorras, también intervino en el programa para, entre otras cosas, explicar que la acción del youtuber podría castigarse con una pena que va desde los seis meses de prisión hasta los tres años por un delito de atentado contra funcionarios docentes o sanitarios.