La estructura metálica que soportará la maquinaria del ascensor del Sagrado Corazón se instalará esta semana, tal y como anunció el teniente de alcalde, Rubén Arroxo.
De seguir así, las obras, que comenzaron el pasado mes de abril con el derribo de la escalera en la que se situará el entramado, estarán terminadas al final de este verano, según la previsón establecida este martes por el concejal.
El ascensor tendrá formato panorámico, posibilitando así las vistas desde el interior. El sistema de embarque se realizará por la puerta sur, mientras que el desembarque se realizará por el norte en las paradas segunda y tercera, al nivel de la plaza de la iglesia y al lado del colegio.
La comunicación entre ambos desembarcos superiores se realizará a través de sendas paralelas; una primera llegando a la Plaza, salvando un espacio de 5 metros, y otra que salva una distancia de 16 metros, mediante la construcción de una viga-puente con estructura metálica.
Para llevar a cabo este proyecto se emplearán materiales que encajen estéticamente con el entorno en el que se encuentra.
Este ascensor ayudará al millar de habitantes que reside en el entorno del barrio, muchos de ellos personas mayores, a salvar una altura de 10,13 metros.
Arroxo, que estuvo acompañado del edil responsable en infraestructuras, Alexandre Penas, en una visita a la obras, aseguró que realizarán un seguimiento continuo de la ejecución del proyecto para que este se materialice.
El ayuntamiento lleva ya varios lustros planeando la instalación de ese ascensor en el barrio del Sagrado Corazón, sin embargo a lo largo de los años se sucedieron problemas que fueron retrasando la materialización de la iniciativa, que busca dar una salida accesible al barrio, en la zona más próxima a la estación del ferrocarril.
Con la conclusión de las obras, el ascensor del Sagrado Corazón será el tercero de ese tipo que se instale en Lugo.
El primero se colocó para dar acceso a la muralla desde el entorno de la Praza de Ferrol y el segundo entró en funcionamiento hace unos tres meses en As Fontiñas, donde los vecinos se muestran satisfechos con el servicio que genera al barrio.
