El estreno de un bus más silencioso

El híbrido que cubre la línea 6 hace menos ruido que su antecesor y cuenta con puertos USB y wifi disponibles para los usuarios ►Pocos viajeros notan que utiliza un motor distinto al de otros, pero aprecian la novedad del vehículo que cubre Montirón-A Cheda
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photo_camera Viajeros en el bus híbrido que estrenó Lugo. XESÚS PONTE

Al bus de la línea 6, que une Montirón con A Cheda y que ahora es un híbrido eléctrico-gasoil, se sube a diario Maripaz para ir desde Fonte dos Ranchos a Fontiñas. Este juevcs por la mañana se encontró con un vehículo nuevo y, al mediodía, camino de su casa a la hora de comer se percató de una de sus características. "Es más silencioso, hace menos ruido que el anterior", explica.

Es la única de las usuarias que cae en ese detalle. El resto reconocen que "está muy bien" contar con un bus nuevo y simplemente les parece "igual que el anterior, pero mejor". Maripaz lleva cuatro años recurriendo a esa línea, desde que cambiaron la sede de Alume de Nicomedes Pastor Díaz a Fontiñas. Dice que sabe cuándo ponerse en la parada para no tener que esperar mucho y que tampoco le pase de largo, pero que si ocurre, no le preocupa. "Me tomo un café y espero", dice.

Marco García es el conductor que ha estrenado el primer híbrido de la red de buses que cubre la ciudad. Lleva veinte años al volante y, hasta ahora, cubría la línea del Hula. Explica que, cada vez que se incorpora un bus nuevo a la flota se readjudica a dos conductores en función de su veteranía. A él y a su compañero que, hasta el pasado miércoles, llevaban y traían lucenses al hospital les ha tocado este y está encantado. "El motor es híbrido y va alternando entre una cosa y otra, se recarga de energía con cada frenada", apunta.

Pese a todo, para él, para quien el bus es el lugar de trabajo, más importante que las características del motor es que se trata de un vehículo nuevo, más cómodo, que se maneja con facilidad aunque aún se esté familiarizando con sus particularidades. Conoce bien la mayoría y las señala. "Tiene, por ejemplo, conector USB", dice. Por tanto, los usuarios pueden, desde una barra entre dos asientos, cargar el móvil u otros dispositivos, algo que no resulta tan descabellado en estos tiempos de sobreuso y en un trayecto tan largo como el de Montirón a A Cheda.

Sobre esas mejoras, el edil de movilidad, el nacionalista Rubén Arroxo, apunta que "queremos que a xente aposte polo bus urbano, porque reducindo tráfico avanzamos nunha cidade sostible".

Al igual que los otros dos buses incorporados recientemente a la flota de la ciudad, también este tiene wifi. Se conecta con facilidad y rapidez y, si se cruza Fontiñas al mediodía, a la hora a la que los estudiantes salen del instituto de Sanxillao, da tiempo de sobra para leer un par de artículos online. De hecho, lo extenso del recorrido, con o sin wifi, disuade a una de las usuarias a seguir hasta Fonte dos Ranchos. "Me bajo antes y ya veré cómo hago porque si no no llego a tiempo", dice, antes de abandonar el bus en la Ronda.

Lo que le ha ocurrido no es tan extraño: ha cogido el bus en el sentido equivocado y en una línea con tanto recorrido y frecuencias de una hora, le compensa permanecer en el bus y regresar desde Montirón. Sin embargo, el tiempo se le echa encima. «Los usuarios siempre dicen que les gustaría tener más frecuencias, pero no es algo que podamos decidir nosotros», reconoce el conductor.

"Yo cojo el autobús desde hace año y medio todos los días. Fue mi hija la que me dijo a qué hora pasaba y, aunque antes no lo usaba, ahora voy todos los días y vuelvo desde Montirón a la calle Ourense. Llego un minuto antes a la parada porque, ya se sabe, a lo mejor yo tengo que esperar al bus, pero el bus no me va a esperar a mí", dice Concha Calderón.

Agradece haberse encontrado en la mañana de este jueves con un bus nuevo, pero no percibe mayor cambio entre ese y el que le llevó en su trayecto el día anterior.

Al bus de la línea 6 se suben, como al resto de los que recorren la ciudad, los habituales. Es muy difícil que la red de buses gane nuevos usuarios porque manejarse con los horarios, sin pantallas que anuncien sus llegadas, no resulta sencillo. Sin experiencia previa la posibilidad de perderlo o de esperar demasiado es alta.

Son los conductores los que resuelven muchas dudas de los usuarios: cuánto falta para que pase tal o cual línea o qué número es el que va a determinado sitio. Las marquesinas apenas se revisan. "Yo siempre pregunto a un conductor", dice una usuaria.