"Esto te da tranquilidad"

Llevan diez días o más sin poder visitar a sus familiares ingresados en una residencia de la tercera edad. La tensión es tremenda, pero algunos centros de Lugo están facilitando el contacto entre las familias a través de la videoconferencia por Skype.
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photo_camera Cristina comunicándose con su madre, residente en Orpea, vía Skype. EP

Vivir la cuarentena lejos de un familiar cercano es ya de por sí bastante duro cuanto más si este familiar está ingresado en una residencia de ancianos donde estos días —por cuestiones sanitarias— se prohibieron las visitas. Por esta dramática situación están pasando muchas familias de Lugo, preocupadas a mayores por la incidencia que el coronavirus está teniendo en este tipo de centros en otras partes del país.

Para paliar esta ansiedad, algunas residencias están poniendo en contacto a los usuarios con sus familias utilizando la plataforma de videollamada Skype, como sucede en Orpea.

Cristina Rey lleva ya diez días sin poder ir a ver a su madre. Pese a que la enfermedad le impide hablar con ella, le gusta acercarse hasta la residencia a diario para darle algunos cuidados como, por ejemplo, ponerle una crema o echarle colonia o, simplemente, verla y saber de primera mano cómo está.

Ahora esto ya no es posible. El temor a un contagio hizo prohibir las visitas. La angustia que vive la familia es terrible, pero la tecnología solventa en parte esta dramática situación.

Las videollamadas por Skype contribuyen a disminuir la angustia tanto entre los residentes como entre sus familiares

"Me parece una buenísima idea que nos faciliten ese contacto con nuestros familiares a través de internet. Hace diez días que no podemos ir a verla y estábamos superpreocupados. Mi madre no habla y apenas nos conoce, pero aun así cuenta con nuestras visitas. Pero hay residentes y familias que todavía están peor porque los mayores están bien y sienten aún más esa falta de contacto", afirma Cristina Rey, que ya usó Skype en dos ocasiones para poder ver a su madre, residente de Orpea.

Esta mujer confiesa que, desde entonces, está un poco más tranquila porque, aunque no pueda ir a visitar a su madre, sí puede verla a través del ordenador de su casa.

"Esto es muy bueno, es algo nuevo que no lo sabemos utilizar muy bien todavía pero que te da tranquilidad porque los ves y ellos también ven tu cara y escuchan tu voz. Para los mayores, también es buenísimo", dice.

Hasta ahora, Cristina Rey apenas había utilizado Skype. "Me puse en contacto alguna vez con mi hijo cuando se iba de viaje pero no era una herramienta que utilizase habitualmente. Sin embargo, es maravillosa. El otro día vi a un viejecito con los cascos puestos riéndose con su nieto a través de ordenador. Creo que es fabuloso también para ellos porque así no pierden el contacto con sus familias", comenta.

La conexión con Skype no le quita, sin embargo, a Cristina de contactar también telefónicamente con el médico de la residencia para tener información más precisa del estado de salud de su madre, que lleva 20 años padeciendo demencia, alzhéimer y párkinson. "De todas formas, yo mantengo también el contacto con el médico para saber más. Si el usuario está bien, Skype es fabuloso. En el caso de mi madre, también lo es aunque, no obstante, ella ni conoce, ni habla, ni abre los ojos siquiera y por eso tengo que hablar con el médico. Pero solo verla me tranquiliza a mí y ella, pese a estar así, también está esperando que vayamos a verla", insiste Cristina.

Cristina también contacta telefónicamente con el médico de la residencia para tener información

Antes de que se cortasen las visitas, durante una semana se restringieron estas a una hora y una persona. Con la situación actual, la ansiedad fue en aumento. "Te angustias bastante. Una cosa es verlos y otra, lo que te cuenten", dice esta lucense.

Aunque es una ayuda, la tecnología tampoco le quita el dolor de la separación a esta familia. "Lo llevamos regular porque íbamos prácticamente todos los días hasta allí. Le echaba la crema, la colonia... y no es porque no se lo hagan las cuidadoras pero me gustaba hacerlo a mí", indica.

La incorporación de Skype a la vida cotidiana de los ancianos también está siendo positiva para los gestores de la residencia.

"Las videollamadas por Skype están amortiguando el impacto que está teniendo en los usuarios la prohibición de las visitas", cuenta el portavoz de esta red de geriátricos, Ricardo Buchó.

La residencia Orpea cuenta actualmente con unos 200 residentes. Hasta ahora, no hubo ningún caso diagnosticado de coronavirus. Dada la propagación de la epidemia en todo el país, las medidas de prevención que se toman tanto con los ancianos como con el personal son máximas.
 

Miedo a que se mueran solos
La alta incidencia de la enfermedad que se está dando en las residencias de ancianos también preocupa a Cristina Rey. Pero, para ella, lo peor no es eso. Lo peor es que se tengan que morir solos. "Más que miedo a que se contagie, tengo miedo a que se muera sola", explica temerosa esta lucense.

En la Uci del Hula
Este miedo por morir en soledad también lo tiene Cristina con otro conocido con coronavirus ingresado en la Uci del Hula. "Es terrible no poder estar con él. Su familia más próxima está confinada y teme que se muera solo. Es muy duro. Lo único que pueden hacer es llamar una o dos veces al día, nada más", afirma.

 

En Lugo aún no hay casos que tengan que estar confinados en habitaciones

El hecho de que, hasta ahora, no se hayan presentado casos de coronavirus en la residencia que la cadena Orpea tiene en Lugo evita que se llevase a cabo confinamientos en las habitaciones de los usuarios infectados. Sin embargo, esta medida preventiva de contagio se está aplicando en otros geriátricos de la misma red, especialmente en Madrid, dado que la alta incidencia de la enfermedad así lo requiere.

"El confinamiento de los usuarios en sus habitaciones dentro de las residencias lo estamos haciendo en función de la evolución del contagio en las distintas zonas donde tenemos centros. En Madrid, por ejemplo, se hace para evitar el contagio interno. En Lugo, por ahora no es necesario", indica el portavoz de la cadena Orpea, Ricardo Buchó.

Lo que sí se llevará a cabo también será el aislamiento preventivo en su habitación durante quince días de aquellos ancianos que fueron derivados del hospital al centro tras cualquier otra enfermedad, no por coronavirus.

La residencia Orpea en Lugo estrenará nuevas líneas telefónicas el próximo lunes, con números específicos, dada la avalancha de llamadas que está habiendo de familiares tanto en este centro como en otros de la misma red.

"Nuestra intención será la de llamar regularmente a los familiares para contarles la evolución de los residentes", afirma Ricardo Buchó.

ASILO. En el resto de los geriátricos lucenses también abundan las medidas de prevención de contagio. Entre ellas, la prohibición de salir del centro, como está sucediendo, entre otros, en el asilo de San Roque. "Aquí, ni se sale, ni se entra. No hay visitas. Esto es algo que a algunos ancianos les cuesta más que a otros pero tenemos que hacerlo. Hasta ahora, no encontramos ningún problema con los familiares. Algunos ya decidieron, por sí mismos, no venir", afirma una de las monjas del asilo de San Roque.

En este geriátrico, tienen mascarillas para evitar el contagio. Sin embargo, desde allí reconocen que no todos se las acaban poniendo.