La estatua de la Rúa da Xesta es del siglo I y tenía un carácter funerario

Se cree que estaba vinculada a una necrópolis de incineración que en su día fue anulada por la muralla y el hallazgo se relaciona con otra pieza oboide de granito encontrada cerca hace años
La estatua, en el lugar en el que fue encontrada. EP
photo_camera La estatua, en el lugar en que fue encontrada. EP

Las primeras investigaciones relacionadas con la estatua que apareció hace semanas en un solar de la Rúa da Xesta –cerca de la Porta Nova– confirman que se trata de una pieza de origen romano de carácter funerario. Por el material que fue encontrado junto a ella –fragmentos de una lucerna y de vidrios– se ha datado en el siglo I o II después de Cristo y se cree que estaba vinculada a la necrópolis de incineración que fue hallada hace años dentro de la muralla, en As Estantigas.

Esa zona de enterramiento llegaría en origen hasta el terreno que se está excavando ahora y habría sido anulada cuando se construyó la muralla. Posteriormente, en el bajo imperio, se convertiría en necrópolis de inhumación, ya que tanto ahora como hace veinte años –entonces en un solar próximo, situado a 15 o 20 metros– se encontraron fosas de esa época.

De hecho, el reciente hallazgo se vincula con otra pieza, también de granito y de forma oboide, que fue encontrada en ese control arqueológico de hace veinte años. Como la estatua recuperada ahora, tenía una especie de pivote o espigón que serviría para apoyarla en otro elemento, como podría ser un pedestal.

La estatua no tiene cabeza y luce una vestimenta propia de un contexto galaico-romano, una túnica con capucha

Ambas piezas fueron encontradas prácticamente a la misma profundidad, por debajo de las tumbas bajoimperiales (siglos III-IV). La de ahora es una estatua sin cabeza, de unos 80 centímetros, y bastante similar al llamado Togado de Saa, encontrado hace años en esta parroquia de Lugo incrustado en el muro de un camino y que tampoco tenía cabeza.

El togado es una de las pocas esculturas romanas en bulto encontradas en Galicia y tiene una vestimenta claramente romana. La de la estatua de la Rúa da Xesta es una túnica con capucha que sería más propia de un contexto galaico-romano, muy singular en Galicia porque no había sido vista hasta ahora pero es habitual en otras zonas alejadas de Roma, como Francia, Bélgica u Holanda, explica el arqueólogo Roberto Bartolomé Abraira, de la empresa Nueva Arqueología, que lleva a cabo la excavación de la Rúa da Xesta bajo la dirección del arqueólogo Adrián Folgueira Castro. Se trata de una actuación que promueve la promotora Dmanán.

El hecho de que carezca de cabeza dificulta saber qué representaba, si a una deidad o a una figura civil. Esa amputación es frecuente en la plástica romana porque muchas veces se descabezaban y se reaprovechaba el cuerpo. Tampoco tiene señales que indiquen si se trata de un hombre o una mujer.

La pieza no apareció en su posición primaria, que sería de pie debido al pivote que tiene y como correspondería a un monumento funerario, sino que estaba tumbada y perfectamente colocada.

Queda todavía mucho por investigar, pero una de las hipótesis es que la estatua fuera enterrada para ocultarla y evitar que quedara incrustada en la muralla, por ejemplo. Para la construcción del monumento defensivo se aprovecharon muchas piezas de este tipo y, de hecho, una parte importante de la plástica romana que se ha recuperado y que permanece mayoritariamente en el Museo Provincial, como epígrafes o bajorelieves, fueron recuperados de la muralla con motivo de distintas actuaciones en esta. La estatua de la Rúa da Xesta permanece custodiada por el Museo de Viladonga.

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