Un lucense denunció a una mujer a la que le transfirió 150 euros como adelanto por un perro que nunca llegó a recibir. El juzgado de Instrucción número 2 de Lugo cree probado que la acusada estafó al comprador, por lo que le impuso una multa de 600 euros. Además, la obliga a indemnizar al afectado.
La sentencia, dictada por el juzgado de Instrucción número 2 de Lugo, explica que el denunciante se puso en contacto con la acusada a través de su perfil de Instagram y le envió la cantidad de 150 euros como reserva por un perro. Las partes acordaron que el hombre le entregaría el resto del precio pactado cuando recibiera el animal, un hecho que nunca llegó a producirse.
El juez dice que "adoptó como medio de vida las ventas fraudulentas" de canes
El afectado acabó denunciando el caso y el juzgado de Instrucción número 2 de Lugo le impuso a la mujer una condena de dos meses de multa con cuota diaria de 10 euros, lo que suma un total de 600 euros. Además, la obliga a indemnizar al lucense en la cantidad de 150 euros.
La acusada negó en todo momento los hechos y alegó que alguien había suplantado su identidad. Además, recurrió la condena ante la Audiencia Provincial, pero la Sala considera que su versión no resulta creíble, "especialmente a la luz de su hoja histórico penal" –ya que tienen a sus espaldas al menos otras cuatro condenas impuestas por diferentes juzgados de A Coruña, Gandía y Jerez de la Frontera– "que reafirma la conclusión de que la recurrente ha adoptado como medio de vida las ventas fraudulentas y engañosas de perros", expone. De este modo, la sala confirma la pena, que ya es firme.