La espiral de violencia registrada en los últimos tiempos en el casco histórico de Lugo motivó ya multitud de quejas por parte de vecinos y hosteleros, quienes exigen medidas para atajar una situación que tildan de "peligrosa" e "insostenible". Los afectados aseguran que la batalla campal del pasado fin de semana –que se saldó con un detenido y un joven herido de arma blanca– es tan solo la punta de un iceberg que emerge desde hace meses, por lo que exigen a las administraciones competentes y a las fuerzas y cuerpos de seguridad que tomen cartas en el asunto "de forma urgente".
"Los altercados de madrugada son constantes y la situación es más grave de lo que parece. Nosotros", explica un trabajador de la hostelería, "estamos hartos de ver peleas en las que se esgrimen navajas, cuchillos, latas de refrescos afiladas e incluso el mobiliario de las terrazas. Los participantes se muestran muy violentos y en más de una ocasión llegamos a temer por nuestra integridad física".
El temor que invade a los hosteleros es compartido también por los residentes. "El centro se está degradando y la pelea del fin de semana ya no nos coge por sorpresa. Los vecinos llevamos soportando todo tipo de incidentes desde hace años, y cada mes que pasa, todo va a peor. Yo he pasado muchas noches sin dormir por culpa de los ruidos y de las peleas y la situación nos desgasta. Están dejando que el casco histórico se convierta en un lugar totalmente inseguro. Vamos cuesta abajo y sin frenos", comenta una vecina.
Tanto los residentes como los trabajadores de la hostelería critican que las administraciones "presuman" de Lugo como una de las ciudades más seguras de España. "Afirmar eso es no querer reconocer los problemas de la ciudad. Pueden buscar soluciones o mirar hacia otro lado, pero el problema existe y la inseguridad es patente. De hecho", comenta un hostelero, "cada vez hay más padres que tienen miedo cuando sus hijos salen por la noche y algunos incluso se acercan al centro para comprobar cómo está el ambiente".
"Los vecinos dicen que el problema afecta a toda la sociedad y muchos padres salen de noche a vigilar a sus hijos "por miedo"
Los afectados aseguran que esta situación afecta también de forma "muy negativa" al turismo. "El gobierno local promociona la ciudad en Fitur y habla maravillas de la catedral, cuando todas las mañanas aparece rodeada de meos y vómitos y con daños en las ventanas. La degradación de la zona es manifiesta y la inseguridad es evidente. Por las noches es imposible salir a la calle y, si protestas, te arriesgas a que te peguen", afirma una vecina.
Los afectados demandan "una vigilancia mucho más intensiva" y "sanciones más duras" para conductas como beber en la vía pública o consumir estupefacientes. El grupo municipal del PP y la asociación Lugo Monumental, entre otras, se sumaron ayer a las críticas de los residentes y exigen también medidas como la instalación de cámaras de videovigilancia, una ordenanza de civismo o la creación en Lugo de una unidad de UPR de la Policía Nacional.
La Policía Nacional encontró dos cuchillos escondidos cerca del lugar del ataque y los agentes del CNP ya entrevistaron a los testigos
AGRESIÓN. La investigación por el apuñalamiento del pasado fin de semana en la Rúa Catedral continúa abierta y los agentes no descartan nuevos arrestos tras entrevistar a todos los testigos. La Policía Local, que colaboró en la disolución del altercado, localizó ya los dos cuchillos supuestamente empleados en la agresión. Uno de ellos estaba escondido en la Rúa Armanyá, mientas que el otro fue encontrado en la ventana de un comercio, en la Rúa do Bo Xesús.
Las dos armas fueron entregadas a los investigadores, que inicialmente descartan que se trate de una pelea entre bandas y achacan el altercado a un enfrentamiento puntual.
