El jefe técnico del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) en Lugo, Antonio Boné, explicó este viernes que algunos propietarios de casas de A Tinería que están en ruinas se niegan a vendérselas a la Xunta -para el plan autonómico de rehabilitación y alquiler público de viviendas- porque les sale "barato" mantenerlas así y, ahora que el barrio empieza a cambiar de imagen y a levantar cabeza, creen que más adelante podrán vender mejor. La Xunta disponía este año de 500.000 euros para compra de inmuebles y no va a poder gastar más de 80.000, estimó.
El técnico expuso esta situación y responsabilizó de ella al Concello de Lugo durante la visita al barrio que realizó la nueva conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, a la que acompañó la alcaldesa, Lara Méndez, entre otras autoridades.
Boné dudó de que haya órdenes de ejecución porque el resultado está a la vista, dijo. Señaló como muestra las casas en ruinas que hay en el Carril do Moucho -una está apuntalada contra la muralla-, cuyo estado de degradación cada vez es mayor. El técnico instó a tomar el ejemplo de Ribadeo, donde la presión que el Concello ejerce desde hace años para hacer cumplir la ley que obliga a mantener las propiedades en condiciones de seguridad, salubridad y ornato ha dado un vuelco a su casco histórico.
La alcaldesa se mostró "comprensiva" con el freno de la inversión durante la crisis, pero ahora "hai que investir"
La acción municipal llevó a la recuperación de unos 80 edificios en la villa mariñana. Durante los primeros años, el Concello presionaba con multas, pero con el tiempo los propietarios fueron asimilando que no quedaba otra opción que arreglar los inmuebles y las multas se fueron reduciendo. Para la rehabilitación, el Concello ayuda a los vecinos en la gestión de ayudas públicas, labor que también hace el Ayuntamiento de Lugo en el casco histórico.
El gobierno lucense señaló este viernes que sí tramita órdenes de ejecución en A Tinería, como en el resto de la ciudad, aunque no pudo precisar el alcance de esta labor. En enero informaba de que en el entorno de la muralla había 77 edificios a cuyos dueños se comunicó que tenían que arreglar desperfectos, otros 17 con órdenes ejecutadas y pendientes de incoar y 9 casas declaradas en ruina que tenían que ser reconstruidas al estar en zona Pepri. El propio Concello prevé asumir el arreglo de dos casas (en Rinconada do Miño y Tinería) porque sus dueños fallecieron y no encuentra herederos que se hagan cargo.
En el recuento realizado hace un año, en A Tinería había hasta diez inmuebles en estado ruinoso y 26 pendientes de recuperación, en calles como Catedral, Moucho y Falcón. En este tiempo, la Xunta inició la rehabilitación de algunos. Las autoridades visitaron este viernes el 15 de la Rúa Tinería, donde las obras comenzaron esta semana. Casi enfrente, en el 30, arrancaron en septiembre. El IGVS también rehabilita los números 13 y 17 de Rinconada do Miño. La previsión es que todas estén acabadas el próximo año, indicó la conselleira, quien recordó que la Xunta lleva invertidos 26 millones de euros en A Tinería.
La alcaldesa se mostró "comprensiva" con el freno de la inversión durante la crisis, pero ahora "hai que investir", dijo.
