España e India: tan lejos, tan cerca

El antropólogo político afincado en Lugo Max Jean Zins reflexiona en un ciclo sobre ambos países, que comparten la dificultad «de respetar la diversidad otra gestionar unidad»

Max Jean Zins, en el campus de Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Max Jean Zins, en el campus de Lugo. XESÚS PONTE

LUGO. El investigador francés Max Jean Zins vivió casi tres lustros en la India, habla hindi y, como antropólogo político, se especializó en la India moderna. Desarrolló buena parte de su carrera en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS, en sus siglas en Francés) y, ya jubilado, se instaló en Lugo, lugar de nacimiento de su mujer. Desde hace algunos años es profesor ad honorem de la facultad de Humanidades y en las últimas semanas ha estado llevando a cabo un ciclo de conferencias bajo el título "Un viaje por España a través de la India" porque la comparación con ese subcontinente asiático, tan distante aparentemente y tan cercano en ocasiones, es una manera de conocer y reflexionar sobre la identidad propia.

Zins aprecia, por ejemplo, que las condiciones geográficas de ambos países contribuyen a crear un rasgo similar en su idiosincrasia, el ensimismamiento en su propia realidad. Así como España tiene una barrera física con el resto de Europa en los Pirineos, la India lo tiene el Himalaya. Zins relaciona esta circunstancia, por ejemplo, con el hecho de que ninguno de los dos países se involucrara en la I y la II Guerra Mundiales. «No querían participar en los eventos del mundo», interpreta, porque «tienen su sitio y es un sitio bastante diversificado», prosigue.

Considera que España es «probablemente el país más diversificado de Europa, con la excepción, quizás, de Suiza» e, igual que India, se ve en la necesidad de gestionar la contradicción de «respetar la diversidad para mantener la unidad», explica. «Hay una diversidad tan grande, que se puede decir que España es un mundo, un universo, y también es una razón por la que quizás España no tiene que interesarse por los problemas del mundo, a diferencia de un país como Francia, por ejemplo, abierto sobre Alemania, sobre Italia, y con un mundo muy centralizado», apunta.

Esa gestión de la diversidad, «los indios la hacen de un manera más fácil» porque «cada estado de la India tiene el mismo vínculo con el centro y es más fácil gestionar un modelo único que un modelo tan diverso como el de España», señala. En opinión de este antropólogo político, «la nación india se construyó alrededor de la lucha contra el colonialismo y cuando tienes un enemigo común es más sencilla», mientras que en España es una construcción histórica y diversa.

También la lengua mayoritaria, el hindi, es una vía de contacto. «Está muy cerca del sánscrito, igual que el castellano lo está del idioma latino y con él podemos tocar las raíces de nuestros idiomas», que comparten la raíz indoeuropea.

ACTUALIDAD. Max Jean Zins observa con interés la actualidad de la India. Señala que se está produciendo una revolución sociológica muy importante porque «el sistema de castas está cambiando». El proceso es un efecto, indica, de que en la India, una de las mayores democracias del mundo, «la gente está votando y los pobres votan más que los ricos, justo al contrario de lo que pasa en Occidente», observa.

Zins explica que los líderes indios fueron siempre de castas altas porque solo ellos podían tener «la conciencia y el orgullo tan seguro que podían hablar a los demás». Sin embargo, las castas bajas empezaron a ser conscientes de su peso numérico y a exigir a los partidos políticos que sus candidatos fueran de castas bajas si querían conquistar su voto. «Ahora la gran mayoría de los diputados del congreso indio es de castas bajas, es una revolución sociológica muy grande», reitera. Estas castas adoptaron una política de discriminación positiva en su favor para la entrada en el sector público. «Ahora las bajas castas exigen ser reconocidas como tales», e incluso hay «altas castas que quieren registrarse como baja casta».

La charla de este martes trata el hinduismo

El ciclo sobre la India y España continúa hoy, a las 20.00 horas en la Casa do Saber, con una charla sobre ‘El hinduismo y la filosofía del acto’. El tema servirá para reflexionar sobre dos cosmovisiones completamente distintas. En el hinduismo, «no hay libro sagrado, no hay mesías ni verdad absoluta y en esta manera de pensar se puede aceptar el ateísmo», apunta Max Jean Zins.

La obsesión del hinduismo es la estabilidad del mundo, cuyo equilibrio se ve afectado cuando no se actúa bien. Pero esa forma correcta no está definida en ningún sitio. Hay una leyenda, cuenta Zins,que explica bien la importancia del acto. En ella, Krishna anima a un guerrero a usar su arma de consecuencias devastadoras. «Krishna le explica que es un guerrero y tiene que actuar como tal, no pensar en las consecuencias; el acto le valida y si lo lleva a cabo contribuye al equilibrio del mundo», señala este estudioso.

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