Las escuchas en Lugo, en cifras anecdóticas tras acabar las macrocausas

En algún momento llegó a haber hasta 70 teléfonos pinchados por orden judicial cuando hoy, en el caso de la Policía, no hay ninguno
Una escucha telefónica. AEP
photo_camera Una escucha telefónica. AEP

El caso Pegasus de escuchas telefónicas hace revivir en Lugo la situación que se vivía cuando había varias macrocausas bajo investigación. Pokemon, Carioca, Pulpo, Rey... en esos años frenéticos las fuerzas del orden llegaron a tener hasta 70 teléfonos móviles pinchados al mismo tiempo, cuando hoy, por ejemplo la Policía, no tiene ninguna escucha en activo, y la Guardia Civil, pese a que no ofrece datos, tampoco al parecer pasaría de la decena de casos, y eso en los momentos de mayor intensidad.

Era el Lugo que no hablaba por el móvil, que solo usaba el terminal para concertar una cita en el bar o en un parque. En esos momentos de principios y mediados de la década pasada, alguna gente también usaba las ahora extintas cabinas para comunicarse y lo hacían entre fijos, sin sospechar que estos también podrían estar pinchados. Es el caso de los propios teléfonos de la comisaría, en concreto del servicio de Extranjería, que la jueza Pilar de Lara ordenó pinchar. Y así pilló por ejemplo al jefe de la citada brigada por entonces criticando a la propia jueza y censurando que le hubiera efectuado un registro en sus propias oficinas, dentro del caso Carioca contra la prostitución.

La autorización de una escucha es potestad del juez instructor, quien la tramita al correspondiente servicio de la Guardia Civil o la Policía y estos a su vez con la compañía que da el servicio. En la actualidad no solo se graban las conversaciones, también se ubica la situación de los delincuentes gracias a la geolocalización, y las conexiones de datos para saber contenidos de ‘wasaps’.

El sistema se llama Sitel y evolucionó desde aquellas antiguas cintas hasta la grabación por ordenador de hoy, que pese a reconocer palabras clave, sigue necesitando la intervención de los agentes para interpretar los comentarios y aprobar como válidos o desechar los diálogos.

La mayoría de pinchazos hoy son tendentes a descubrir a traficantes de drogas y en eso también hubo una importante merma. Ahora las escuchas se realizan sobre operaciones locales, sin embargo hubo épocas, también con la jueza De Lara, en las que desde Lugo se dirigieron redadas en zonas de Andalucía, con agentes incluso enviados a la zona, y también múltiples pinchazos de móviles de esas zonas.

Por tanto, hoy en Lugo, la posibilidad de que usted esté siendo escuchado es remota, por lo menos legalmente.

El Sitel, desde el año 2004

El sistema de escuchas Sitel se usó por primera vez en una operación antidroga en Pontevedra en 2004. El Ministerio del Interior, que niega tener el programa espía Pegasus con el que se hicieron intrusiones en teléfonos de políticos catalanes, invierte cada año 15 millones de euros en mantener el sistema. Este permite a Policía y Guardia Civil intervenir bajo control judicial miles de llamadas y mensajes de investigados, y obtener información en tiempo real sobre los interlocutores, el contenido, los mensajes y su ubicación.

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