Son siete hombres en el escenario vestidos con camiseta de tirantes blanca y vaqueros. Se llaman La M.O.D.A., acrónimo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, un grupo de músicos que se reunían en Burgos para "tomar unos tragos juntos", dicen.
Antes de nada, explíquenos el significado del nombre del grupo, La Maravillosa Orquesta del Alcohol ¿Fue el alcohol su inspiración? [Risas].
El nombre no es más que una manera de denominar a unos chavales que se juntaban para tomar unos tragos juntos.
¿Los de La M.O.D.A. se consideran especialmente modernos?
Estamos fuerísima de lo que es la moda siempre. Somos de una ciudad humilde y tenemos un nombre rarísimo porque era cómo nos presentábamos y pensábamos que no íbamos a durar más de dos semanas. Está guay que cada uno interprete el nombre libremente, según su personalidad. El nombre pretendía reírnos de nosotros mismos, era como una mofa, nada que ver con ser modernos. Llama la atención que vayan uniformados con camiseta blanca de tirantes y vaqueros... Tratamos de expresar que somos un colectivo donde las individualidades no importan.
¿Pensaron renovar el vestuario?
No, preferimos dedicar más horas al estudio y al local de ensayo y no en pensar en otra indumentaria.
¿Cuál fue la razón para escoger la camiseta de tirantes?
Esta camiseta, de ropa interior, nos pareció esa prenda que puede llevar cualquiera. Eso lo podemos trasladar a la música. Queremos que todo el mundo pueda escuchar estilos al margen de calificaciones de periodistas. La camiseta de tirantes es una prenda que no es cara y que no discrimina.
Hablando de discriminación... son un grupo íntegramente masculino. ¿No temen que se les pueda tachar de discriminar a las mujeres por no incluirlas en su proyecto?
No queremos discriminar a las mujeres, ni somos machistas. Cuando empezamos, estaba con nosotros Bea, una violinista que, después, eligió otro camino. Fue todo fruto de la circunstancia. Sin embargo, cada vez hay más grupos de solo tías. Entre la peña de nuestra generación, pocas mujeres salían al escenario a tocar. E, insultantemente, ellas son aún una minoría en los escenarios.
Se define su música como una mezcla de folk, blues, rock and roll y punk. ¿No es un cóctel muy explosivo como para que siente bien?
Igual sí, tienes razón. ¡Tanta mezcla puede hacer que el producto se corte! ¡Igual es una mala combinación pero es como nos sale!
"La camiseta de tirantes es una prenda que no es cara y que no discrimina. La puede llevar cualquiera"
¿Deja resaca la música de La M.O.D.A.?
No lo sé, habrá que preguntárselo al público de Lugo. La verdad es que la resaca debe de ser buena porque esta es ya la sexta vez que tocamos aquí. Estuvimos en el Clavi, en el FIV dos veces, otra en el Caudal Fest y también en San Froilán. Nos encontramos aquí como en casa. La gente en Galicia es muy guay.
Defíneme lo que es la música para La M.O.D.A.
Algo que nos lleva.
¿Su etapa en Dublín dejó huella en esta formación tan multicultural, musicalmente hablando?
Un poco sí, pero no más que lo que vivimos cada uno individualmente. Vuelcas en la música tus experiencias y tu manera de entender las cosas. Por eso nos gusta tocar en la calle, porque eliminas barreras. En la calle, la gente no te debe nada. En un concierto, les debes tú algo a ellos porque compraron una entrada. El escenario de la calle es más espontáneo y jodido. Impone más tocar.
La canción ‘1932’ fue la sintonía de la última Vuelta. ¿Satisfechos?
Sí, la organización nos preguntó por esa canción porque La Vuelta salía de Burgos, coincidiendo con los 800 años de la catedral.
¿Qué nos van a traer a Lugo este viernes?
Un disco nuevo bajo el brazo, ‘Alguna ola’, pero tocaremos canciones de todos los discos. No es nuestro punto fuerte vendernos pero dejaremos la piel en el escenario.
