El alumbrado de la muralla es bastante deficiente en algunos tramos del adarve, lo que condiciona la seguridad de los cientos de lucenses que acuden a pasear por el monumento o a hacer ejercicio.
Muchos vecinos acuden a la muralla al final de la tarde a hacer ejercicio y entienden que el riesgo de sufrir un accidente es alto por la escasa visibilidad en algunos tramos, que suelen coincidir además con los de piso más irregular.
Quejas por los estorninos
Las bandadas de estorninos siguen presentes todavía en la ciudad y generan importantes problemas de suciedad en los espacios en los que se asientan. Sin embargo, la limpieza en esos espacios es más que deficiente, según denuncian lucenses. Los parques de Rosalía de Castro, Frigsa o la avenida de Ramón Ferreiro están entre las zonas más afectadas por la presencia de las aves.