Lugo celebra el Día de las Lenguas de Signos

A veces, entre amigos, sobran palabras

Dieciocho niños dejan As Mercedes tras convivir con la lengua de signos en infantil y primaria ► Una intérprete dio apoyo, los últimos nueve años, a dos chicos sordos en casi todas las clases
Xacobe ('Rizo', para Niko) y Niko
photo_camera Xacobe ('Rizo', para Niko) y Niko

Cuando empezó el colegio en As Mercedes, Nikolas conoció a un compañero, Xacobe, con el que hizo especiales migas. Niko, que entonces tenía 3 años, sufría ya un problema de sordera que le hacía muy difícil la comunicación. Por eso mismo, designaba a las personas con un signo que, a su vez, expresaba una característica individual. En el caso de Xacobe, Niko se dirigió a él con un signo que simbolizaba un rizo, uno de los muchos del cabello ensortijado de Xacobe. Esa amistad le abrió los ojos a Xacobe –Rizo, en el lenguaje de su amigo– de forma que vio la necesidad de aprender lengua de signos para comunicarse con Niko.

"Para mí, fue fácil. Aprendí lengua de signos para poder hablar con Niko y creo que, de esta forma, tengo incluso más facilidad para aprender idiomas. Gracias a ello, pude comunicarme con él todos estos años", cuenta Xacobe ahora, a sus 11 años.


La historia de Xacobe y Niko no quedó aislada en medio del grupo en el que ambos compartieron aula durante los nueve años que duró la Infancia y la Primaria en el Ceip As Mercedes, donde asistieron a clase desde el primer día. El resto de los chavales de la clase también fueron aprendiendo la lengua de signos, en mayor o menor medida, puesto que una intérprete, María José Pardo Vence, acudió, año tras año, junto a sus distintos profesores al colegio para poder traducir a signos los contenidos de la clase primero a Niko y, años más tarde, a Zineb, otra niña sorda que se sumó al grupo.

"Llegué a As Mercedes procedente de otro colegio y aquí me encontré muy a gusto. En el otro centro, me resultaba mucho más difícil tanto seguir el ritmo de la clase como hacer amigos. Aquí, en cambio, no. Como ya estaba Niko, me fue muy fácil hacerme entender. Si no era con lengua de signos, era con mímica", cuenta Zineb, de 14 años.

Zineb: "Llegué a As Mercedes procedente de otro colegio y aquí me encontré muy a gusto"

Tanto Nikolás como Zineb y sus compañeros del grupo de sexto de Primaria de As Mercedes dejarán, en solo una semana, el colegio. El reto ahora está en que, tanto en el instituto como en el resto de sus vidas, Zineb y Nicolás se sientan igual de integrados como lo fueron en este colegio, donde también recibieron el apoyo de una profesora especialista en Audición y Lenguaje, María José Pena Corredoira.

"Al no oír y tener que recurrir siempre a la lengua de signos, seguir los estudios se nos hace más difícil. Esto nos limita bastante y hay que hacer un doble esfuerzo, pero siempre nos encontramos muy a gusto tanto con los profesores como con el resto de los compañeros", dice Zineb.

Para evitar que estos niños u otros con sordera puedan tener problemas de integración escolar en el instituto, el Ceip As Mercedes editó 300 octavillas que repartió entre profesores y alumnos del centro de Secundaria de referencia, el Ies Sanxillao, para concienciar a la comunidad educativa de que se puede ser diferente y, en cambio, ser también uno más. "Fixemos esta campaña para concienciar ao instituto da necesidade de levar a lingua de signos ás aulas porque sempre é o xordo o que se ten que facer entender e hai que tratar de evitar que se produza calquer tipo de discriminación", comenta Domingo Pereira, tutor de este grupo de sexto del que forman parte Niko y Zineb junto con dieciséis alumnos más.

Niko: "A intérprete estivo en todas as clases comigo, menos en Ximnasia, onde non era necesario"

La incorporación del lenguaje de signos a las aulas no pudo ser más positiva también para el resto del grupo. Además de aprender a respetar y a integrar al otro, muchos de ellos como, por ejemplo, Alba Burón, acabaron por incorporar también la lengua de signos en sus vidas, lo que les facilita la comunicación con todo tipo de personas sordas. "Hace dos años que aprendí la lengua de signos mirando cómo hacía la intérprete, María José, todos los días en clase y si te gusta, es fácil. Otra cosa que me animó fue poder ayudar a Zineb porque cuando llegó, vi que no podía comunicarse con la misma facilidad que nosotros", dice Alba, otra compañera de Niko y Zineb, que también domina la lengua de signos.

El Ceip As Mercedes era, hasta ahora, centro de referencia para niños sordos, por lo que disponía de intérprete y profesora especialista en Audición y Lenguaje. A partir del próximo curso, en principio no habrá más niños sordos y estas dos especialistas se marcharán del centro para ir a un nuevo destino. "A intérprete estivo en todas as clases comigo, menos en Ximnasia, onde non era necesario. O resultado foi que 2 nenos dos 18 dominan agora a lingua de signos, 5 deles fano bastante ben e os outros enténdena perfectamente", concluye el tutor.

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