Abandono a orillas del Miño

El patrón de las obras en 2016 dejó sin atención la zona, que está semivallada, con un puente roto y todo cubierto de maleza ► El Concello mantiene la idea de seguir con la rehabilitación pese a que el proyecto está inmerso en un bloqueo burocrático y judicial

Fábrica de la luz. ANA SOMOZA
photo_camera Fábrica de la luz. ANA SOMOZA

La problemática de la fábrica de la luz continúa. Tras años esperando por las adjudicaciones y las posteriores obras, todo se detuvo de nuevo a finales de 2016. Desde entonces, los únicos indicios de que allí hubo alguna actividad son los restos de obra —que no son escasos— y el cartel del Concello que recuerda los casi dos millones de euros que se tenía de presupuesto para el proyecto.

Se encuentra rodeado de vallas, que se extienden hasta parte del río, con pivotes de cemento a su vera. La maleza se abre paso allí por donde puede, con unas enredaderas que semejan ser ya parte del edificio.

Un par de ventanas rotas, algunas tapiadas con tablones y sacos, además de algún que otro residuo y un par de grafitis, ponen la guinda a tan peculiar decoración. Las ventanas dejan entrever la fábrica por dentro. Apenas se pueden ver un par de máquinas, aunque si allí dentro no se aprecia el caos de los alrededores es porque sus puertas, en las que ya se empieza a crear óxido, nunca se llegaron a abrir.

Pero el edificio no es el peor parado. El trayecto desde el inmueble hasta el caneiro es el que se lleva la peor parte. En el lado más alejado del río, una valla rodea por completo el camino, además de los pivotes de cemento citados. Una pared medio derruida y algo de maleza terminan por completar el paisaje.

El aspecto de la otra orilla es peor. Casi al final del paseo se encuentra una pasarela de madera en malas condiciones. Aunque una valla debería impedir el acceso, esta se encuentra abierta, lo que posibilita que un buen puñado de bañistas y pescadores la crucen pese a los posibles riesgos.

Varios son los tablones ausentes, a los que habría que sumarles otros tantos en mal estado. El tramo final, sin tablón alguno, se ve sustituido por un cartel de la Diputación, que reza el mensaje "axúdenos a coidar o medio ambiente", mientras en los bajos de la pasarela se acumula basura de todo tipo, como plásticos o briks.

Una vez cruzado este puente digno de una prueba del Grand Prix, uno se encuentra con la naturaleza. Desde este punto hasta el caneiro que da inicio al Club Fluvial, merenderos y bancos se hallan cubiertos por la flora.

PROYECTO ACTUAL. El Concello mantiene la idea de seguir con el proyecto "por interese público", según defendía hace unos meses. Los trabajos llevan parados desde que se desmontara el dique ilegal construido por la empresa Inca. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil inició el año pasado el expediente de extinción de la concesión del aprovechamiento hidroeléctrico, y la adjudicataria solicitó la resolución del contrato por la dificultad de llevarlo adelante y una indemnización de 2,8 millones de euros por daños y lucro cesante.

El Concello, titular de la concesión, solicitó la rehabilitación del derecho de aprovechamiento. La CHMS le pidió la documentación técnica justificativa de las obras que pretende llevar a cabo puesto que "actualmente só se poderían executar actuacións xa autorizadas" según comentan desde el organismo.

De hecho, es la forma en la que se llevarán a cabo los trabajos el problema. Desde Inca defendieron que contaban con los permisos, pero la CHMS los paralizó por considerar que no se ajustaban a lo autorizado.

En caso de que el expediente resolviera la rehabilitación del derecho de aprovechamiento, se daría un nuevo plazo para ejecutar las obras. El Concello, por su parte, comentó que le pidió a Inca que aportara la documentación requerida por la CHMS, lo que podría suceder la próxima semana, para posteriormente enviárselo al organismo. La concejalía de medio ambiente entiende que si la justicia da la razón al Concello, las sanciones que la CHMS le impuso en su día por los trabajos realizados por Inca, al tratarse de la administración pública la titular y responsable del proyecto, serían anuladas y el proyecto original se podría ejecutar.

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