Las fiestas de San Froilán no contarán con atracciones por segundo año consecutivo, como anunció este jueves Maite Ferreiro, responsable del área de cultura.
Esta decisión ha caído como un jarro de agua fría entre los feriantes que habían señalado las patronales lucenses como uno de los focos más importantes de facturación de esta campaña, después de que el sector permaneciese paralizado durante año y medio por culpa de la pandemia.
Desde el Ayuntamiento alegan que basaron su decisión en el protocolo implantado por la Xunta de Galicia, respecto a las dimensiones del recinto ferial permitidas para celebrar los festejos locales.
Este hecho hizo tomar la determinación de renunciar a uno de las mayores alicientes de la fiestas: las atracciones.
En este sentido, José Luis San Máxime, empresario que acude a las fiestas de San Froilán desde hace tres décadas, expresa su descontento por la "falta de uniformidad de los protocolos" sanitarios.
"Durante este año ya hemos visitado 12 ciudades que celebraban sus fiestas patronales, y en todas ellas el Ayuntamiento ha buscado un protocolo que beneficiase tanto a los feriantes como a la economía local, a los negocios de la ciudad, con protocolos sanitarios adaptados a la situación actual", dice.
San Máxime alega que los empresarios pudieron montar sus atracciones con todas las medidas sanitarias posibles en localidades como Sevilla, Córdoba, Granada, o actualmente en Salamanca.
"Limitamos el aforo de las atracciones y cumplimos todas las medidas de seguridad, y se puede hacer perfectamente una fiesta al 50 o 60 por ciento. No entiendo por qué en Lugo no podemos hacer lo mismo", matiza el empresario, quien añora regresar a Lugo.
"Es una ciudad donde pasaba 20 días al año. Lugo es una de las ciudades que siempre me ofrece una mejor acogida personal y profesional", concluye.
CIUDADANOS. Por otro lado, el grupo de Ciudadanos comunicó este jueves por escrito que abandona de forma definitiva su participación en la comisión de las fiestas de San Froilán 2021 y que no participará en ningún acto institucional vinculado a las patronales.
La decisión se toma como consecuencia del comportamiento de la presidenta de la comisión, Maite Ferreiro, "quien incrementó en las últimas reuniones su nivel de intolerancia hasta incurrir en gravísimas faltas de respeto".
