En la iglesia de A Milagrosa se baila hip hop

Una veintena de chicos, de 12 a 14 años y de distintas nacionalidades, superan barreras sociales gracias a un grupo de danza callejera
Los chavales, en pleno ensayo, en la iglesia, con el monitor Rubén Hamade
photo_camera Los chavales, en pleno ensayo, en la iglesia, con el monitor Rubén Hamade

Hip hop, break dance y también, si se tercia, ritmos latinos y baile moderno. Esta veintena de chavales de A Milagrosa menea el esqueleto, sábado tras sábado, para dar lo mejor de sí al ritmo de música callejera, fundamentalmente hip hop. 

La iniciativa partió de la parroquia con la idea de fomentar la relación entre un grupo de jóvenes, de distintas etnias y nacionalidades y con problemas de integración social, para evitar situaciones de riesgo en la calle y promover un ocio sano. La danza logró este objetivo y no solo encontraron amigos, también descubrieron la importancia del movimiento corporal como forma de interactuar con el entorno. "Logramos reunir a un grupo de chicos, con una gran falta de interacción social, en torno a la danza. Aquí, en este grupo, hay gente de diversas culturas y todos se entienden de maravilla. Está claro que la danza une a la gente2, afirma Gael Zarza Arias, uno de los profesores que dirige el grupo, junto con Rubén Hamade Longarela que, además, regentan la academia Gravitty. 

En este grupo de hip hop, hay chavales marroquíes, sudamericanos y también alguno de origen oriental. Lo importante es que todos se mueven al mismo ritmo desde hace solo dos meses. 

Para ello, los chicos se reúnen semanalmente, cada sábado, de cuatro y media a cinco y media, en un local de la iglesia de A Milagrosa convertido en sala de baile. Poco tiempo de ensayo, pero lo suficiente como para recordar los pasos y poder llevar adelante el grupo. 

Como sería de esperar, el grupo hará su primera actuación en público en la iglesia y se aguarda que esta tenga lugar un domingo de este mes de junio. En principio, estaba previsto que la actuación coincidiese con la celebración del Corpus pero, finalmente, se postergó. 

"Estamos preparando una coreografía de hip hop o baile moderno. La verdad es que se adaptaron muy bien porque ninguno de ellos tenía conocimientos previos de danza. Solo a nivel de usuario y de calle, lo más básico, pero lo hacen muy bien y no sería de extrañar que, con el tiempo, accediesen a un nivel superior", comenta Gael. 

El cura de A Milagrosa, Xosé Antón Ferreiro Varela, logró, de momento, su objetivo de crear un grupo multiétnico en el que favorecer las relaciones culturales y sociales entre jóvenes de familias inmigrantes. Hasta tal punto de que el mejor plan para la tarde del sábado es, ahora mismo, para estos chicos, pasar por la iglesia y echarse unos bailes. 

Tras el ensayo, algunos de ellos salen juntos porque acabaron haciéndose amigos y otros salen después con otra gente alternativa pero lo importante ya está hecho: conseguir integrarlos con los demás y en la sociedad a través del movimiento. 

La dinámica de este grupo será aprovechada también para otras actividades como, por ejemplo, una visita guiada a la catedral, que ya se llevó a cabo.

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