El cubo situado frente al patio del Xoán Montes será restaurado en 2016

La búsqueda de la Porta Miñá más auténtica

La Consellería de Cultura lleva a cabo una de las obras de más envergadura ejecutadas en la muralla en los últimos años. Forman parte de los trabajos de conservación y puesta en valor que se realizan de forma continua y que seguirán en 2016
Obras de restauración en Porta Miñá
photo_camera Obras de restauración en Porta Miñá

El paso sobre el adarve de la muralla en Porta Miñá está condicionado desde este verano por las obras que se llevan a cabo en ese punto. Hay que caminar por una plataforma estrecha y metálica, desde la que resulta inevitable echar una mirada entre los agujeros y las telas a los trabajos que se llevan a cabo bajo los pies. De momento no es mucho lo que se puede ver, pero la incomodidad valdrá la pena porque, si la labor sale como está prevista, la muralla recuperará un aspecto más aproximado al primitivo.

Los trabajos los dirige el arquitecto autor del plan director de la muralla y son la continuación de la intervención realizada hace años en ese mismo lugar, que sirvió para dejar a la vista uno de los cuerpos de guardia y, como en cualquier actuación arqueológica, para avanzar en el conocimiento del monumento. Esas y otras excavaciones realizadas en el entorno de la Porta Miñá en los últimos años permitieron abandonar la visión inicial de una simple muralla y abordar el monumento como un auténtico complejo defensivo, compuesto por diversos elementos. Así, fue posible ahondar en el conocimiento de aspectos constructivos y compositivos, como la organización de los contrarrestos de los empujes del arco y la disposición y el encuentro de la bóveda superior, así como ver los cuerpos de guardia superiores embutidos en el macizado, las oquedades que había para los contrapesos de la maquinaria que movía la puerta metálica y la organización de las puertas de cierre. Todo este conocimiento lleva a la conclusión de que las puertas, o al menos estas, no se restringían a simples accesos sino que pueden considerarse baluartes en el ámbito militar, indican los técnicos de la Consellería de Cultura.Pero, al margen del conocimiento que se obtiene, en esta restauración que se lleva a cabo en esta parte de la muralla no será posible recuperar el cuerpo de guardia del otro lado de la puerta, ya que esa zona fue modificada en el siglo XIX, aunque hay otras partes muy vistosas. El cuerpo de guardia del lado izquierdo (mirando hacia la Ronda) no se conserva porque por ese lugar se habilitó una escalera para acceder a la capilla que en esa época se construyó justo encima del arco de la puerta. De hecho, se conserva un altillo por el que se caminaba hasta la entrada a ese lugar de culto, que estaba tapiado y que se ha desmontado para recuperar su aspecto natural.

La Consellería de Cultura prevé que la restauración de la Porta Miñá esté finalizada antes de que acabe el año

Aunque del lado izquierdo no se podrá ver la torre del cuerpo de guardia, desde el adarve se podrán ver las escaleras por las que los soldados accedían a ese espacio de vigilancia y defensa. Las escaleras del lado derecho llevan años a la vista, aunque con el paso vedado. En la zona también se colocarán paneles con información sobre el estado original del monumento, el trabajo realizado y el resultado final. Y el precario entarimado del adarve se sustituirá por una plataforma metálica en forma de rejilla, como en otras puertas.

Los valores de la muralla lucense son muchos -es la única fortificación romana de este tipo que se conserva entera en el mundo- e hicieron que ya en 1931 fuera declarada Bien de Interés Cultural (el máximo nivel de protección en la comunidad autónoma) y en 2000 obtuviera el título de Patrimonio de la Humanidad. No solo conserva todo su perímetro, sino también un gran porcentaje de los cubos o torres defensivas originales así como las estructuras de las escaleras y rampas asociadas. Además, la muralla conformó el crecimiento y la fisonomía de la ciudad.

La restauración de la Porta Miñá, que previsiblemente estará acabada antes de fin de año, permitirá ver e intuir características del sistema de guardia de la muralla, único en el mundo romano. La de Lugo es la única fortificación en la que se constató la existencia de escaleras dentro de cada cubo para acceder al cuerpo de guardia. Es única también la forma de acceso a esa zona, mediante escaleras situadas a varios metros de altura del suelo y a las que seguramente se llegaría a través de escaleras de madera desplazables con ruedas.

La excavación de la Domus do Mitreo también permitió avanzar en el conocimiento de la muralla y dejar a la vista cimientos

La de Porta Miñá es solo una de las intervenciones de envergadura de Cultura en la muralla en los últimos años. Destacan también la actuación en el entorno de la Porta de Santiago y la excavación y musealización de la Domus do Mitreo, un proyecto cofinanciado por Concello, Universidad y Xunta, en el que esta hizo la mayor aportación (2,3 millones). Esta actuación permitió avanzar en el conocimiento de la muralla (se vieron los paramentos encalados y el intervallum), así como dejar a la vista un trozo de sus cimientos. La Domus do Mitreo es el segundo museo de la ciudad más visitado, tras el Provincial.


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