"En 30 años la inmensa mayoría del pescado será de acuicultura"

Ross Houston, catedrático en The Roslin Institute, dio este martes una charla en Veterinaria

Ross Houston, en Lugo. SEBAS SENANDE
photo_camera Ross Houston, en Lugo. SEBAS SENANDE

La mitad del pescado que se consume a nivel global es ya de granja, fruto de un cambio de tendencia iniciado hace tres décadas. El catedrático de Genética de la Acuicultura de The Roslin Institute en la Universidad de Edimburgo, Ross Houston, explicó este martes en Lugo que hace 30 años la práctica totalidad era salvaje pero que cabe esperar una completa vuelta de hoja para el futuro. "En otros treinta años, la inmensa mayoría del pescado será de acuicultura", augura.

Houston recuerda que resulta razonable pensar que las futuras generaciones consumirán fundamentalmente pescado producido expresamente con ese fin. "No hay capacidad para incrementar la producción del pescado salvaje: solo se puede mantener, como mucho, pero sí que hay posibilidades de aumentar la producción acuícola", explica.

El genetista participa junto al grupo de investigación de Genética para la Agricultura, Acuigen -que coordina el catedrático de Genética Paulino Martínez en el campus de Lugo - en el proyecto AQUA FAANG, financiado con 6 millones de euros dentro del programa Horizon 2020 de la Comisión Europea. Su grupo del Roslin Institute y el Acuigen son dos de los 24 socios en total que tiene el proyecto.

AQUA FAANG se centra en desarrollar un atlas genómico funcional de las seis especies acuícolas de mayor interés comercial en Europa: salmón, trucha arcoiris, lubina, dorada, carpa y rodaballo. El objetivo es mejorar la selección genética y estar en condiciones de identificar los individuos más productivos y resistentes a las enfermedades.

En concreto, el grupo coordinado por Houston -y en el que trabaja Diego Robledo, doctor por la USC- se centra en estudiar la resistencia de la lubina a la necrosis nerviosa viral en la lubina europea, una investigación que desarrolla en colaboración con la Universidad de Padova, Italia. "Esperamos utilizar el atlas genómico funcional que se hace en la primera parte del proyecto para entender mejor por qué algunos peces son resistentes a ese virus y otros son susceptibles. La razón es que así podemos desarrollar marcadores genómicos para predecir qué ejemplares son resistentes e intentar tener una población más resistente que al final logre reducir la incidencia de esa enfermedad", explica Houston que recordó que se trata de "la principal enfermedad en la acuicultura del Mediterráneo".

El objetivo último es contribuir a conseguir una producción acuícola "más sostenible y más sana" y, en consecuencia, previsiblemente más barata.

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