Los empresarios meten botellas con gasolina en la caja fuerte para evitar robos con lanza térmica

La Policía Nacional investiga el último caso registrado en Lugo, en el que los ladrones se llevaron un botín de 10.500 euros
Demostración de la apertura de una caja fuerte con una lanza térmica. EP
photo_camera Demostración de la apertura de una caja fuerte con una lanza térmica. EP

Las bandas organizadas que centran su objetivo en las empresas —concretamente en su caja fuerte— utilizan métodos cada vez más sofisticados y en los últimos años encontraron su aliado perfecto en un instrumento capaz de fundirlas en cuestión de minutos: la lanza térmica. Sin embargo, al mismo tiempo que los delincuentes perfecciona su técnica, los empresarios agudizan su ingenio y ya han descubierto un modo de combatir este tipo de robos.

"Es un método muy simple", explica un empresario, "que consiste en meter una botella con gasolina dentro de la caja fuerte. De este modo, si se dispara la lanza, estalla todo, por lo que los delincuentes ya ni lo intentan. Se empezó a utilizar en ciudades grandes, como Madrid o Barcelona, donde se registraban bastantes casos, y ya se está extendiendo a otras provincias".

Los empresarios que se protegen con este método advierten a los ladrones de lo que puede pasar si utilizan una lanza térmica para abrir la caja. "La intención, obviamente, no es que los delincuentes salten por los aires, sino que no lleguen a cometer el robo, por lo que colocamos una pegatina en el exterior de la caja fuerte explicando que contiene líquidos inflamables". Con esta advertencia, si los cacos deciden seguir adelante con su plan, saben que ponen en peligro su propia vida.

Los dueños de las empresas advierten en el exterior de la caja fuerte que contiene líquidos inflamables. Si se utiliza la lanza, estalla todo

INVESTIGACIÓN. Esta forma de actuar es característica de las bandas organizadas, que cuentan con expertos en el uso de una herramienta que requiere ciertas destrezas. De hecho, la Policía Nacional considera que el último caso registrado en la capital lucense —en la madrugada del pasado domingo— es obra de un grupo itinerante y profesional que actúa por todo el país.

Los delincuentes forzaron la puerta de acceso a las instalaciones de una empresa de reformas, en la calle Pascual Veiga, y tardaron tan solo ocho segundos en inutilizar el sistema de alarma, que no llegó a sonar. Acto seguido, intentaron forzar una caja fuerte en la propia oficina, pero no lo consiguieron y optaron por llevársela. La caja apareció horas más tarde tirada en una finca de Nadela y un vecino alertó a la Policía.

Según denunció el afectado, la caja fuerte pesaba más de 100 kilos, por lo que considera que fueron necesarias "al menos tres personas" para poder sacarla de las instalaciones de la empresa. De hecho, el propietario tuvo que utilizar un camión pluma para trasladarla de nuevo a Lugo tras su hallazgo en Nadela.

La banda que robó con este método en la capital forzó la puerta de acceso al recinto y tardó 8 segundos en inutilizar la alarma

En este caso, la banda consiguió abrir la caja con la lanza térmica y se llevó un botín de 10.500 euros en metálico, además de cheques, talonarios y documentación diversa de la empresa, aunque se dejaron en uno de los compartimentos de la caja fuerte un sobre que contenía otros 500 euros en efectivo. Además, los delincuentes dejaron en las instalaciones otra caja fuerte de menor tamaño.

La Policía Nacional, que no recibió más denuncias similares recientemente, abrió una investigación para intentar esclarecer cuanto antes el robo.

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