LUGO. La compra de la vieja caseta de Telefónica que se ubica en el número 17 de la Avenida García Portela, junto al parque Rosalía de Castro, podría ser calificado como uno de los negocios más ruinosos de los últimos años en Lugo. La operación urbanística que la empresa que adquirió la parcela en el año 2005 acabó frustada y, diez años después, la misma finca acabó siendo entregada a un banco como dación en pago con una pérdida más de 1,8 millones de euros.
Los datos de esta compraventa constan en la demanda judicial que presentó en su día Inversiones Malleo para evitar el pago del impuesto de plusvalía al Concello por esta operación, dado que no supuso ninguna ganancia para la empresa, sino todo lo contrario. Así, según consta en el recurso presentado por la firma, la adquisición de la finca se escrituró en noviembre de 2005 por importe de 2.280.000 euros. El objetivo último era tirar la vieja caseta y levantar en la parcela, que se ubica junto al antiguo hospital García Portela, un edificio de nueve plantas similar al que se ubica del otro lado.
Sin embargo, el Concello le denegó la licencia de obra a la empresa inversora y el PXOM, que estaba en fase de tramitación, tenía previsto calificar la parcela como equipamiento privado, con lo cual limitaba a tres plantas la altura máxima del edificio. La empresa trató entonces de hacer una permuta de terrenos con el Ayuntamiento al considerar que el solar iba a perder valor con el futuro plan urbanístico, aunque los técnicos municipales que hicieron una tasación de la finca indicaron que si podría valorarse inicialmente en 4.414.980 euros, con el PXOM aprobado pasaría a ser 836.609 euros.
Tras esa valoración y después de varios informes de distintos servicios municipales, la permuta fue desechada por el Concello, precisamente por la caída del valor que tendría el solar una vez entrase en vigor el nuevo plan urbanístico.
RECLAMACIÓN. Posteriormente, esa pérdida de 3,5 millones tasada por los técnicos municipales fue usada por Malleo para hacer una reclamación patrimonial al Concello, aunque el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia sentenció en octubre de 2017 que no procedía indemnizar a la empresa por esta nueva calificación urbanística.
Dos años antes de este sentencia, la empresa ya había optado por entregar al Banco Popular esta finca junto con otras propiedades en concepto de dación en pago de deudas. En ese momento, el solar con la vieja caseta de Telefónica fue tasado en 394.322 euros, lo que certificaba una pérdida en diez años de 1,8 millones en esta compraventa.
