Eloy Castro "deslocaliza" sus estafas a través de una sociedad en Portugal

El fiscal pide otros cinco años de prisión para él por ventas de maquinaria agrícola, facturadas a través de Additional Moment

Nave de Eloy Castro en la N-VI en la que se cerraron las ventas ahora investigadas. J.VÁZQUEZ
photo_camera Nave de Eloy Castro en la N-VI en la que se cerraron las ventas ahora investigadas. J.VÁZQUEZ

Eloy Castro se convirtió en su momento en uno de los pioneros lucenses en la venta fraudulenta de vehículos y maquinaria agrícola a través de internet, con una actividad que ha dado como resultado decenas de causas judiciales abiertas y al menos siete condenas en firme, lo que incluso supuso su ingreso en prisión. Ahora parece haberse convertido también en uno de los pioneros de la "deslocalización", al utilizar una empresa con sede en Portugal para amparar su supuesta actividad delictiva.

Así lo considera al menos la Fiscalía de Lugo, que ha presentado otro escrito de acusación en el que solicita para el que fue dueño de Autocentrum cinco años de prisión, dos y medio por cada una de las dos estafas investigadas. Ambas ventas se realizaron la nave de maquinaria agrícola que Castro dirigía hasta hace poco en la N-VI, a la entrada de O Ceao, pero se gestionaron a través de Additional Moment LDA, una sociedad con sede en la localidad portuguesa de Chaves pero que, según recoge el fiscal en su escrito, tiene como administrador único y gerente al propio Eloy Castro.

De hecho, el fiscal José Luis Álvarez solicita, además de los cinco años de prisión para Castro por dos estafas, sendas multas de 50.000 euros para la sociedad. Además, reclama que las dos víctimas de la maniobras fraudulentas de Castro sean indeminazadas con 14.280 y 16.000 euros, respectivamente.

Siguiendo su habitual modus operandi, este lucense había anunciado sus dos máquinas agrícolas (un cargador forestal y una procesadora) en el portal Milanuncios.com. Tras ponerse en contacto con él, las operaciones se llevaron a cabo en la citada lonja, que tenía rotulada con los logotipos de John Deere para dar apariencia de concesionario oficial. Los negocios se cerraron en 83.000 euros en el caso del cargador forestal y en 52.000 para la máquina procesadora.

Sin embargo, y siempre según el escrito de acusación, los problemas llegaron a la hora de cumplir con sus compromisos: tras cobrar diversas cantidades, las facturas que les hizo llegar fueron emitidas por Additional Moment, en portugués, en la que constaba falsamente que la compra se había realizado en Portugal y sin Iva.

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